Un velero procedente de Francia encalló el sábado detrás de la isla de La Tuna. El único tripulante fue rescatado. La embarcación había recalado previamente en Río de Janeiro.
Lo vivido por Frederic Manuelo Massaï es digno de una película, un viejo amor lo trajo a Río de Janeiro desde Francia, luego de 38 años. Y por su espíritu romántico, compró un barco, trabajó para acondicionarlo y se echó a la mar en busca de ese amor.
Ya en Río, se reencontró con su amor, se casó y emprendió un último viaje en su velero a Uruguay para vender el barco y construir una vivienda para ambos.
El desconocimiento de la zona, fué el factor para que encallara la embarcación en la isla de la tuna de La Paloma. Encallado el velero , sufrió además el robo de un bote y varios elementos del navegante francés
Robaron un bote y varios elementos del navegante francés que encalló en La Paloma
Anne Vieu, la francesa que había colaborado con el velerista francés que encalló en La Paloma, narró que ladrones saquearon pertenencias de la embarcación y un bote
