El Global Solo Challenge (GSC) 2023 marcó el nacimiento de un nuevo evento en el mundo de la vela: una vuelta al mundo en solitario, sin escalas, con un formato único.
Se necesitaron tres años para convertir este concepto en realidad y, a medida que las salidas escalonadas vieron a los patrones zarpar de A Coruña para llevar a cabo su circunnavegación, la aventura fue cobrando vida a través de las historias de los patrones que iban navegando los mares del globo.
Esta primera edición vio a 16 participantes de diversos orígenes y experiencias embarcarse en una agotadora travesía alrededor del mundo. El desafío no solo puso a prueba sus habilidades de navegación, sino también su resistencia mental y física. Ninguno de los marineros había navegado en solitario alrededor del mundo antes y solo unos pocos habían experimentado los mares del sur.
Seis participantes lograron completar la circunnavegación, con Louis Robein a punto de convertirse en el séptimo, cada uno con una historia única de luchas y triunfos. Los barcos eran de diferentes esloras, clases y tipos. Solo uno, “Vento di Sardegna” de Andrea Mura, había sido diseñado específicamente para dar la vuelta al mundo. Todos los demás barcos tuvieron que adaptarse a los desafíos de una navegación tan larga y difícil.
Aunque a lo largo del GSC 2023-2024 se celebraron numerosos éxitos, los patrones también tuvieron que enfrentarse a la implacable naturaleza de la navegación oceánica en solitario. Nueve de ellos encontraron problemas insuperables que los obligaron a retirarse.
Finalistas
Philippe Delamare: El ganador
El francés Philippe Delamare, capitán experimentado con una notable experiencia, al haber previamente navegado en solitario en los mares del sur y doblado varias veces el Cabo de Hornos, consiguió hacerse con el primer puesto a bordo del Actual 46 “Mowgli”. Philippe no tenía un historial en regatas de altura, pero su travesía fue una clase magistral en preparación y ejecución. Demostró una planificación estratégica y habilidades marineras excepcionales, navegando la ruta más corta de todos los competidores y manteniendo un ritmo implacable, sin detenerse nunca, ni en condiciones difíciles. Dos tormentas en particular, una alrededor del Cabo de Hornos y otra cerca de la meta, demostraron su valentía y feroz determinación.
Cole Brauer: Un fenómeno en la navegación y en los medios
Con solo 29 años, siendo la competidora más joven y la única mujer, la navegante estadounidense Cole Brauer terminó en segunda posición, haciendo historia al convertirse en la primera mujer estadounidense en completar una circunnavegación en solitario por los tres grandes cabos. Navegando a bordo de su Class40 “First Light”, la meticulosa preparación de Cole, que incluyó un detallado refit y un buen equipo en tierra, dio sus frutos. Su travesía mostró sus impresionantes habilidades y gran velocidad, generando un seguimiento sensacional en los medios e inspirando a una nueva generación de navegantes femeninas.
Andrea Mura: La importancia de la experiencia
El navegante italiano Andrea Mura, a bordo del “Vento di Sardegna”, terminó tercero. Mura navegó hábilmente, encontrando el equilibrio adecuado entre velocidad y riesgo, manejando sabiamente tormentas severas y dificultades técnicas, y acelerando cuando las condiciones lo permitieron. Su navegación estratégica y su experiencia de décadas en regatas oceánicas destacaron su competitividad y la importancia de una preparación meticulosa y de una gran adaptabilidad. Se convirtió en el quinto navegante italiano en completar una travesía de este tipo.
Riccardo Tosetto: El patrón pragmático y práctico
La cuarta posición de Riccardo Tosetto se caracterizó por el enfoque pragmático de todo el proyecto y por la habilidad para resolver problemas en el mar con calma y recursos. Navegando el Class40 “Obportus”, Riccardo se enfrentó a numerosos problemas técnicos, incluidos fallos en el piloto automático y daños en las velas. Sus mayores fortalezas fueron el autocontrol, la calma y el enfoque práctico en cada circunstancia difícil, además de la capacidad de preservar el barco y resolver hábilmente cada problema en el mar. Después de Andrea Mura, Riccardo ganó su lugar importante en la historia de la navegación, convirtiéndose en el sexto italiano en dar la vuelta al mundo en solitario y sin escalas.
François Gouin: Navegando con un propósito
El oncólogo francés François Gouin terminó en quinta posición, aprovechando su circunnavegación a bordo del “Kawan3 Unicancer” para concienciar sobre la prevención y el tratamiento del cáncer. François se enfrentó a importantes desafíos técnicos, incluida la inundación del motor y problemas en el rail de la vela mayor. Su compromiso con su causa, su persistencia y paciencia, incluso cuando los problemas técnicos y el clima impredecible ralentizaron su progreso, hicieron que su travesía fuera particularmente inspiradora, con esfuerzos educativos que añadieron una dimensión significativa a su participación.
David Linger: Superando dificultades
El silencioso navegante estadounidense David Linger y patrón profesional, con un peculiar sentido del humor, terminó sexto después de un viaje de 175 días a bordo del “Koloa Maoli”. Su travesía estuvo marcada por importantes desafíos personales y técnicos; sufrió de cálculos renales y la rotura de la botavara justo antes de doblar el Cabo de Hornos. Su capacidad para afrontar estas dificultades y mantener una actitud positiva fue clave para su éxito, demostrando su capacidad para enfrentarse a situaciones inesperadas y difíciles y su determinación a completar su vuelta al mundo.
Louis Robein: El espíritu de perseverancia
El navegante francés Louis Robein, navegando en su X37 “Le Souffle de la Mer III”, está en su último tramo hacia casa, con poco más de 1500 millas para conseguir la séptima posición. Su travesía estuvo plagada de desafíos técnicos, como cuando se quedó gravemente varado y necesitó la asistencia de la Armada Argentina. A pesar de estos contratiempos, la perseverancia de Louis y una ola de apoyo del público lo ayudaron a superar obstáculos significativos y convertirse en una verdadera inspiración con su épico viaje e increíble perseverancia.
Retirados
William MacBrien: Un rescate dramático
La travesía del navegante canadiense William MacBrien dio un giro dramático en el Pacífico Sur, no lejos del Punto Nemo. Una probable colisión con un objeto flotante no identificado, escombros o quizás un pequeño iceberg, causó una importante entrada de agua en el camarote de proa de su Class40 Akilaria RC1 “Phoenix”. A pesar de sus esfuerzos por gestionar la situación, William tuvo que enviar una señal de socorro. Un barco de carga fue desviado para rescatarlo, pero tuvo que esperar 48 horas en un entorno de temperaturas muy bajas, llevando un traje de supervivencia. La pérdida de toda comunicación en las 24 horas antes de ser rescatado hizo que fuera la situación de emergencia más tensa y estresante de todo el evento. William fue llevado a salvo, marcando el final de una pesadilla y destacando la importancia de las estrictas reglas de seguridad que, en este caso, contribuyeron a darle la oportunidad de sobrevivir a la terrible experiencia.
Ari Känsäkoski: Un épico viaje de regreso a tierra
El barco del navegante finlandés Ari Känsäkoski desarboló, terminado así abruptamente su circunnavegación. En la noche entre el 21 y el 22 de diciembre, una cruceta inferior se rompió, causando el colapso del mástil en las remotas aguas de los cuarenta rugientes en el Océano Índico. La rápida capacidad de reacción y la ingeniosidad de Ari le permitieron montar un mástil de fortuna así como organizar dos operaciones de reabastecimiento separadas con buques que navegaban en la zona. Después de una agotadora travesía de 25 días bajo un aparejo de fortuna, llegó a Durban, Sudáfrica, donde tomó la difícil pero inevitable decisión de retirarse. Logró enviar su barco por carguero a Europa y tiene la intención de estar en la línea de salida del GSC 2027.
Ronnie Simpson: Una decisión muy difícil
El veterano del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, Ronnie Simpson, tuvo que enfrentarse a difíciles desafíos a bordo de su velero vintage el Open 50 “Shipyard Brewing”. El 12 de febrero de 2024, su mástil desarboló inesperadamente en la oscuridad de la noche frente a la costa de Argentina cuando ya había completado más del 70% de su circunnavegación. Con una tormenta inminente y después de soltar el mástil roto, que hubiera podido dañar y hundir el barco, Ronnie activó su baliza de emergencia. El carguero Sakizaya Youth respondió, rescatándolo justo antes de que llegara la tormenta, obligándolo a tomar la decisión increíblemente difícil y dolorosa de abandonar y hundir su barco. Aunque su viaje terminó prematuramente, Ronnie está decidido a volver a dar la vuelta al mundo, ya sea en el GSC 2027 o, si encuentra suficientes fondos, en el Vendée Globe 2028.
Dafydd Hughes: Una decisión prudente
El patrón galés Dafydd Hughes se embarcó en su Sparkman and Stephens 34 “Bendigedig” con grandes esperanzas y el objetivo de completar su circunnavegación sin escalas. Sin embargo, un fallo crítico del piloto automático le obligó a reevaluar su situación. Navegar al sur de Australia sin un piloto automático fiable suponía correr riesgos significativos, especialmente considerando la larga travesía del Pacífico que tenía por delante. Reconociendo los peligros potenciales, Dafydd tomó la prudente decisión de retirarse en Hobart, priorizando la seguridad sobre llevar a cabo la circunnavegación. Fue una decisión difícil de tomar: después de más de 100 días en el mar en el barco más lento de la flota. Dafydd se había convertido en una gran inspiración para muchos en su considerable travesía al otro lado del mundo.
Edouard de Keyser: Timón roto y el tiempo agotándose
El navegante belga Edouard de Keyser afrontó importantes desafíos técnicos a bordo de su velero ecológico “SolarWind”. La rotura del timón de estribor al sur de Australia requirió una navegación de emergencia a un puerto seguro. Edouard eligió dirigirse a Port Lincoln. Al llegar, la magnitud del daño, combinada con el fallo del motor y el riesgo de no poder llegar al Cabo de Hornos antes del final del verano, lo llevaron a retirarse de la regata.
Pavlin Nadvorni: Obstáculos médicos y técnicos
La travesía del patrón búlgaro Pavlin Nadvorni estuvo marcada por una serie de contratiempos. Incluso antes del inicio de la regata, su barco “Espresso Martini” sufrió daños en el timón debido a un ataque de orca. Pavlin reparó el daño él mismo y, cuando partió, continuó mostrando su determinación e ingenio. Involucrado en un fascinante duelo con Ari Känsäkoski hasta los cuarenta rugientes, Pavlin continuó después de que su amigo desarbolaba. Un número creciente de problemas técnicos llevó a Pavlin al agotamiento, sin embargo, logró seguir navegando sin asistencia a través del mar de Tasmania para llegar a Bluff Harbour, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, para llevar a cabo reparaciones. Después de volver a zarpar, sus dificultades no terminaron allí. Al igual que David Linger, también sufrió de cálculos renales. Mientras lidiaba con un dolor insoportable, se lesionó uno de los hombros y tuvo que regresar a tierra, se dirigió a Littleton, NZ. Allí, después de una consulta médica, se vio obligado a retirarse.
Alessandro Tosetti: Problemas con el jarcia firme
El patrón italiano Alessandro Tosetti tuvo problemas técnicos persistentes a bordo de su velero ULDB 65′ “Aspra”. Desde fallos en el piloto automático hasta problemas con el generador, la travesía de Alessandro estuvo plagada de desafíos que obstaculizaron su progreso. Hizo escala en Ciudad del Cabo para reparaciones y, cuando partió nuevamente, consiguió encontrar su ritmo y lograr un excelente progreso a través del Océano Índico. Sin embargo, al sur de Australia, una de las crucetas se rompió inesperadamente y Alessandro logró asegurar el mástil para llegar a Hobart, donde reemplazó el aparejo roto. Después de esta segunda escala, navegó a través de un clima adverso en el mar de Tasmania y pasó Nueva Zelanda cuando nuevos problemas en el aparejo le obligaron a navegar hacia el norte, fuera de los cuarenta rugientes y de los fuertes vientos, y finalmente llegar a Waitangi, en las Islas Chatham. No tuvo más opción que retirarse. Luego, trasladó su barco a Auckland, donde instalará un nuevo aparejo antes de llevar el barco de regreso a Europa.
Kevin Le Poidevin: El tiempo se acaba
El navegante australiano Kevin Le Poidevin se embarcó en su viaje a bordo del “Roaring Forty” con un fuerte compromiso, al apoyar a los veteranos y concienciando sobre el cáncer cerebral. Sin embargo, una serie aparentemente imparable de problemas logísticos y técnicos retrasaron significativamente su salida de Europa. Mientras navegaba en el Océano Índico, notó algunos problemas de desgaste con el accesorio del pistón del piloto automático que podrían convertirse en un problema serio si no se abordaban. Decidió dirigirse a Hobart con solo una ventana de tiempo muy ajustada para reiniciar después de las reparaciones. Finalmente, al darse cuenta de que no llegaría al Cabo de Hornos de manera segura antes del final del verano, Kevin decidió retirarse en Hobart, valorando la seguridad y la integridad de la misión por encima de la finalización de la misma.
Juan Merediz: Desafíos económicos y fallos en el piloto automático
Al principio del evento, el navegante español Juan Merediz se enfrentó a desafíos técnicos con la driza de la mayor y con el piloto automático de su Class40 “Sorolla”. A pesar de sus esfuerzos por reparar y seguir, los fallos recurrentes del piloto automático finalmente le obligaron a retirarse. Su campaña estuvo marcada por la lucha común a muchos patrones para encontrar financiación adecuada a tiempo y poder realizar una revisión técnica completa de todo el equipo. Tener que retirarse fue para él una gran decepción personal. Ahora tiene una nueva motivación, al tener la intención de volver a intentar estar en la línea de salida del GSC en 2027.
Conclusión
El Global Solo Challenge 2023 no fue un evento de navegantes profesionales de élite. Lejos de los presupuestos estelares de algunas regatas, la travesía de cada participante representó un desafío increíble incluso antes de la salida. Ya sea que terminaran la regata o se vieran obligados a retirarse, llegar a la línea de salida es un logro tremendo en sí mismo. Cada navegante contribuyó a dar vida al evento con sus historias que inspiran y demuestran el verdadero espíritu de aventura. Las lecciones aprendidas en esta primera edición del GSC sin duda allanarán el camino para que futuros navegantes sueñen en grande y naveguen lejos, ofreciendo un evento financieramente accesible mientras se proporciona un marco de seguridad para gestionar el inevitable riesgo de tal travesía.
Las historias de aquellos que se retiraron del Global Solo Challenge 2023 muestran la naturaleza dura e impredecible de los océanos y de la navegación en solitario. Cada patrón se enfrentó a desafíos únicos que pusieron a prueba sus habilidades, determinación y capacidades de toma de decisiones. Sus travesías, aunque incompletas, están marcadas por el coraje y la sabiduría de priorizar la seguridad. Estos navegantes encarnan el verdadero espíritu de aventura, demostrando que a veces la decisión más valiente es saber cuándo detenerse.
Tanto quienes completaron la circunnavegación como aquellos que se retiraron del GSC 2023 nos dejaron historias increíbles de resistencia humana, coraje y perseverancia, estableciendo un alto estándar y sirviendo de inspiración para futuros participantes en el GSC 2027 y más allá.