Louis Robein fue asistido por la Armada Argentina tras quedar varado en una bahía remota
Ayer, Louis Robein llegó sano y salvo a Ushuaia después de su desafortunado percance, al quedar varado en Bahía Aguirre, en la península sureste de Mitre en la Tierra del Fuego. Estaba muy cansado cuando ocurrió el incidente, después de su increíble travesía en la que tuvo que navegar sin piloto automático por más de tres semanas en el Pacífico, antes de doblar el Cabo de Hornos el 5 de abril.
Louis tenía la intención de llegar a Ushuaia para llevar a cabo unas reparaciones después de doblar el Cabo. El mal tiempo que afectaba el área, con vientos del noroeste de hasta 60 nudos, hizo imposible navegar a motor de inmediato por el Canal Beagle y Louis trascurrió pacientemente la tarde del 5 hasta la mañana del 6 navegando a la capa, es decir a la deriva con velas en bandas opuestas, al resguardo de la Tierra del Fuego y del archipiélago de las Islas de Hornos.
Al mediodía del 6, el viento todavía soplaba fuerte pero había disminuido lo suficiente para que pudiera comenzar a avanzar hacia la costa de la Tierra del Fuego antes de dirigirse hacia el oeste por el canal hacia Ushuaia. Al timonear en la bañera y sin piloto automático, Louis no podía trazar fácil y rápidamente su posición en las cartas náuticas ya que el viento inmediatamente desviaba el barco de su curso. El sol se estaba poniendo y, aunque el perfil de las montañas empezaba a desvanecer, a pesar de la oscuridad que se acercaba, Louis estaba seguro de que estaba navegando a motor por el Canal Beagle.
Desafortunadamente, el cansancio, la poca luz y un error de cálculo resultaron en que Louis se dirigiera hacia Bahía Aguirre. Esta área en la península de Mitre está deshabitada y es una reserva natural protegida, sin electricidad ni luces costeras de ningún tipo. El faro San Gonzalo en la entrada occidental de la bahía y la luz Elizalde al este solían marcar esta bahía bien protegida que se puede utilizar para buscar refugio. Ninguna de las luces funciona hoy en día, así que Louis estaba navegando a lo largo de una costa oscura sin puntos de referencia.
Durante el Global Solo Challenge, despertarme en medio de la noche se volvió algo habitual, especialmente cuando los patrones se enfrentaban a circunstancias difíciles. Una de esas noches, vi a Louis Robein entrar en la bahía. Supuse que quería echar ancla para descansar un poco, quizás incluso intentar reparar su piloto automático, antes de continuar su travesía hacia Ushuaia.
Con el viento soplando desde tierra, el agua estaba completamente plana y la bahía completamente sumida en la oscuridad, más aún porque coincidía con la fase de luna nueva. Antes de que Louis pudiera darse cuenta del error, encalló en el fondo arenoso de la bahía. Todos los esfuerzos para liberar el barco fueron infructuosos y mientras intentaba mover el barco con el motor, la barra del timón de emergencia se rompió.
Me desperté nuevamente unas horas más tarde, antes del amanecer, y su posición actualizada en el tracker estaba demasiado cerca de la costa y desafortunadamente un correo electrónico de Louis confirmó que había encallado y solicitaba asistencia. Su mensaje decía que había llamado a la guardia costera francesa en Cross Griz Nez pidiéndoles que se coordinaron con las autoridades locales de rescate para enviar ayuda.
Como en otros incidentes, me puse a disposición para cualquier asistencia que pueda brindar de forma remota. Hablé con el MRCC Argentina y reenvié el dossier de seguridad de Louis y los detalles del barco, luego hablé con Cross Griz Nez y permanecí en espera mientras el incidente estaba siendo gestionado por la Armada Argentina, que es la Autoridad Nacional de Búsqueda y Rescate Marítimo, Fluvial y Lacustre en Argentina.
El boletín oficial publicado en el sitio web del Ministerio de Defensa informa que:
“La conducción del caso fue asumida por el centro coordinador (MRCC) Ushuaia, quien destacó a la lancha rápida ARA “Indómita”. El buque de la Armada zarpó desde el muelle militar de la Base Naval Ushuaia a las 4.20 hs, con médico y buzos salvamentistas a bordo.
Asimismo, la Armada Argentina estableció contacto por medio de telefonía satelital con el único tripulante del velero, Louis Robein de nacionalidad francesa, asegurándose su buen estado de salud e indicando las medidas adoptadas.
A la vez tomó contacto con el buque más próximo, “Moonrise G” de bandera panameña, que se dirigió a la zona y permaneció en aguas seguras de la bahía en contacto radial con el tripulante; y a la espera de la llegada de personal de la Armada con las embarcaciones menores y buzos salvamentistas, con capacidad de asistirlo en la posición de varadura de su embarcación.
Desde horas de la madrugada y durante el transcurso de la jornada, el MRCC Ushuaia mantuvo contacto con el Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate Gris-Nez de Francia, así como con las autoridades del Consulado de Francia en la Argentina y el cónsul honorario de Francia en Ushuaia, Mario Guillermo Eiriz.
Al arribo de la lancha rápida ARA “Indómita” al lugar, los vientos reinantes en la zona superiores a los 50 nudos, impidieron realizar la maniobra de embarcaciones menores con seguridad náutica. Luego de entablar enlace radioeléctrico con el tripulante del velero, la unidad se mantuvo navegando en proximidades a la espera de mejores condiciones.
Pasadas las 15 hs. se realizó la maniobra con botes de goma y se extrajo de la embarcación siniestrada a su capitán, quien fue llevado a bordo de la embarcación de la Armada Argentina para su chequeo médico y resguardo.
Tras asegurar la salvaguarda de la vida humana en el mar en un todo de acuerdo con lo establecido en el Convenio Internacional Sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo, los buzos salvamentistas realizaron una exhaustiva inspección de las condiciones de la embarcación analizando así la factibilidad de su remolque.
Cerca de las 23 hs de ayer, la lancha rápida “Indómita” zarpó desde Bahía Aguirre, Puerto Español, remolcando el velero “Le Souffle de la Mer” hacia el muelle militar de la Base Naval Ushuaia, donde lo estaba esperando el Cónsul Mario Eiriz, acompañado por el Comandante del Área Naval Austral, Comodoro de Marina José Alberto Martí Garro.”
Estamos extremadamente agradecidos a la Armada Argentina por desplegar recursos tan significativos y dedicar tiempo y personal para tratar la situación de manera tan profesional, asegurando la seguridad y el bienestar de Louis en primer lugar y luego inspeccionando Le Souffle de La Mer III con sus buzos y remolcando el barco durante 95 millas hasta Ushuaia.
El percance tuvo un final feliz, el hecho de que los vientos soplaran desde tierra aseguró que el barco varado no fuera aplastado o roto por las olas contra la playa. El otoño ahora está empezando a hacer sentir su mordida, la temperatura del aire está bajo cero y, como podemos ver en las fotos, estaba nevando. Las cosas podrían haber tomado fácilmente un giro para peor, si el viento hubiera soplado desde una dirección diferente o el barco hubiera chocado contra rocas. La temperatura del agua era de solo 7°C en el área y una inundación repentina o la necesidad de abandonar el barco de repente habría implicado un riesgo muy alto de sufrir hipotermia mortal en un lapso de tiempo muy corto.
Louis necesita descansar mucho antes de hacer planes para llevar a cabo todas las reparaciones, así como establecer el mejor curso de acción, considerando la temporada avanzada que hace su viaje hacia adelante más y más peligroso. Sabremos más en el transcurso de los próximos días.
La capacidad de resistencia y resiliencia de Louis frente a situaciones críticas nunca deja de impresionarnos. Este incidente, aunque desafortunado, se vuelve comprensible al considerar las difíciles circunstancias, el cansancio y el hecho de que Louis se encontraba en aguas remotas y desconocidas bajo condiciones meteorológicas adversas durante la noche. Como muchos marineros han descubierto antes que él, el mar suele ser más seguro que la tierra, y el agotamiento puede convertirse en un enemigo formidable.El incidente per se fue bastante trivial, si se pone en perspectiva con lo que Louis ha logrado hasta ahora, inspirando a todos quienes hemos seguido su extraordinaria travesía. Bon courage Louis.
