Buscan a un navegante argentino en Brasil luego de que su barco apareciese a la deriva en el litoral de Rio de Janeiro el lunes.
El domingo por la noche, la embarcación, que además de velas posee motor, fue hallada a merced de la corriente por unos pescadores cerca de las costas de Guaratiba, unos 60 kms al Sur de la ciudad de Río de Janeiro, 100 kms al norte de Ilha Grande. Fue remolcada hacia el puerto de Angra dos Reis para que la Policía Federal realice un peritaje.
“A primera vista, el velero no presentaba ningún daño y no había señales ni de robo ni de violencia. El clima fue muy bueno en los últimos días y, según su familia, Rosenthal estaba en óptimas condiciones físicas. No se sabe qué puede haber sucedido con él”, señaló a LA NACION el cónsul argentino en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, quien hizo las gestiones con la Marina brasileña para que se intensifiquen los esfuerzos para hallar al “Capitán Erwin”, como es conocido entre sus amigos del Club de Veleros Barlovento, en la localidad bonaerense de San Fernando.
Hipótesis
Las hipótesis que se barajan son que Rosenthal podría haberse golpeado y caído al mar; no suele usar chaleco salvavidas y tampoco acostumbra atarse a la nave por seguridad. Otra posibilidad es que haya tenido un paro cardíaco.
A cargo del operativo quedó el Servicio de Búsqueda y Salvamento de la Marina en el 1er Distrito Naval en Río de Janeiro (Salvamar Sueste), que puso en acción un navío-patrulla, el Guaporé, y dos helicópteros. Asimismo, se pidió la colaboración de todos los navegantes y pescadores que se encuentran por la zona.
“La Marina de Brasil está realizando la búsqueda con una aeronave SH-16 y una aeronave de la Fuerza Aérea H-36 Caracal. Para auxiliar la operación, fueron divulgadas por radio informaciones sobre la desaparición para las embarcaciones que navegan en las proximidades”, indicó a este diario la teniente Hellen Pacheco, de la Oficina de Prensa del Comando del 1er Distrito Naval.
Para acompañar la búsqueda y las investigaciones viajaron anteanoche a Río la esposa de Rosenthal, Mónica Depaolini, y su hijo, Walter, también navegante. Los familiares fueron recibidos en la mañana por el cónsul Gutiérrez y luego partieron hacia Angra, acompañados por un funcionario del Consulado Argentino, para sumarse al peritaje del velero.
“La familia está pasando por un momento difícil, pero no pierde las esperanzas”, resaltó el cónsul Gutiérrez.