La bajante del río Paraná que en Rosario llegó a la altura de 1,83 metros, empezó a preocupar a los usuarios de lanchas y veleros , que por este problema no pueden salir de las guarderías con sus embarcaciones. También, los grandes buques que vienen a esta zona a cargar granos a los puertos.
La bajante de la costa rosarina, en la zona del balneario La Florida dejó al descubierto una franja de barro de más de 30 metros, como en la rambla.
Los kayakistas están obligados a caminar sobre el terreno fangoso hasta llegar a aguas del Paraná, donde pueden subirse a sus botes.