Los peces del río Paraná descansan gracias a la cuarentena
Cardúmenes de sábalos y dorados se amontonan en la costa , en una zona habitualmente plagada por pescadores que solo llenan las aguas de líneas y anzuelos
El río Paraná atraviesa tiempos de calma .
La cuarentena brinda postales impensadas: una costanera desierta y aguas tranquilas sin olas ante la ausencia de embarcaciones.
Estas condiciones son propicias para que los peces y otras especies autóctonas vuelvan a ser dueños de su hábitat, tal cual lo exhiben varios videos de las costas correntinas, donde cientos de sábalos y dorados se acercan a aguas menos correntosas sin tener que soportar anzuelos, bocinazos ni gente caminando.
Especialistas aseguran que estos peces no surgieron con la cuarentena, ya estaban en las aguas, pero ahora pueden acercarse a lugares donde habitualmente no lo hacen.
Por estos momentos, no se ve ningún tipo de embarcación franqueando las aguas del Paraná. La cuarentena también llegó al río, que se oxigena ante tanta presión del hombre.