Los estudiantes se encontraban en el Caribe , en un programa de navegación de seis semanas  a bordo del ‘Wyle Swan’, un velero de 1920.

A mediados de marzo, la expansión del coronavirus los dejo sin alternativas de regreso en avión , y  los organizadores tomaron una decisión de  regresar a los Países Bajos en el propio velero.
Los 25 estudiantes y tres profesores zarparon  junto a 12 tripulantes experimentados para completar una travesía transoceánica de 7.000 kilómetros, desde el Caribe a Europa,  durante cinco semanas.

La tripulación se abasteció de víveres y ropa adecuada en la isla de Santa Lucía antes de cruzar el océano.

Tuvieron una escala técnica en las Azores, pero las autoridades locales no les permitieron abandonar el barco.

Durante el viaje, los grumetes vivieron experiencias inolvidables. Como el encuentro con una ‘escuela’ de delfines (grabado el 21 de abril). Tampoco olvidarán en mucho tiempo, según han relatado, la dificultad de convivir 40 personas en un espacio angosto y sin privacidaddurante cinco semanas.

El día a día se desarrolló entre estudios , juegos, y turnos de guardias

La llegadaal puerto de Harlinger y el desembarco se llevó a cabo cumpliendo las normas de distanciamiento social y la prohibición de reuniones públicas, los estudiantes bajaron de uno en uno, con los padres esperando en los autos para recogerlos.