La flota se comprime mientras el Scallywag se pone líder
Una nueva zona de transición anima la sexta etapa, y los barcos de atrás ganan velocidad mientras los de David Witt recuperan la primera plaza
Mientras que el SHK / Scallywag ha mejorado en su ruta hacia el oeste para obtener una ventaja impresionante en las últimas 24 horas, la flota se está comprimiendo y el paquete perseguidor está disfrutando de vientos más fuertes y recuperando la velocidad perdida.
El velero patroneado por David Witt ha pasado de navegar a 50 millas de la popa del team AkzoNobel a tener 10 millas de ventaja sobre el barco de Simeon Tienpont.
“Siempre te alegras mucho cuando llega un parte y has adelantado al líder”, afirma la navegante del Scallywag, Libby Greenhalgh. “Fue un poco sorprendente. Habíamos visto que podrían estar en una gran nube y podríamos recuperar algunas millas, pero asaltar el liderato es genial”.
“La actividad en la nube ha sido enorme, como decimos en la Etapa 4. Estuvimos sin i imágenes satelitales un par de días, y toda la flota buscaba la mejor manera de salir de la posición en la que estaban. Pero lo hemos hecho bastante bien y estamos tratando de evitar las nubes lo mejor que podemos”, dice Libby.
Pero no va todo viento en popa. Apenas unas horas después de esa conversación, en el parte de posiciones de las 1300 UTC del domingo, la velocidad del Scallywag disminuyó a 5 nudos. El resto de la flota ahora está registrando 15 nudos, lo que significa que los barcos se está comprimiendo. Esta es una gran noticia para los de atrás, incluyendo al líder de la general, el MAPFRE, y el Dongfeng Race Team, que han llegado a perder hasta 280 millas en esta etapa.
“Estamos casi en el último lugar, con MAPFRE, lo cual es inusual, pero nos lo merecemos”, reconioce el patrón de Dongfeng, Charles Caudrelier. “Hemos tomado malas decisiones. Pero el espíritu todavía es bueno. La etapa sigue siendo muy larga y los próximos días serán muy complicados. Así que aún hay esperanza. Necesitamos trabajar bien para reducir la brecha y tal vez tener una oportunidad al final”.
La situación es muy similar en el MAPFRE.
“Todos somos humanos; es frustrante estar aquí atrás y con una desventaja enorme con los líderes “, dijo Blair Tuke. “Pero hay un largo camino por recorrer y hay una gran zona de vientos flojos por delante, por lo que somos optimistas y seguiremos empujando. Esta última transición de los alisios fue realmente difícil para nosotros…”.
Tuke y su equipo pueden alegrarse por el hecho de que el déficit ya se ha reducido a 160 millas, y sigue bajando cada hora que pasa.
“Afortunadamente para nosotros, parece que tenemos la oportunidad de volver a reengancharnos. Sería bueno tener otra oportunidad. Hemos navegado bien en esta etapa, pero hemos tenido problemas en las transiciones. Somos optimistas y positivos”, dice Tuke.
Como mencionaba Libby Greenhalgh, la flota no ha tenido acceso para descargar los archivos meteorológicos debido a un problema con la conexión satelital en la zona. Pero Inmarsat ya ha resuelto el problema con el satélite que maneja las comunicaciones en el área de Asia-Pacífico.
El apagón supuso que el contacto entre Race Control y los barcos se redujo a partes de posición y mensajes cortos de texto, lo suficiente para garantizar la seguridad, pero no para recibir archivos multimedia o enviar archivos meteorológicos.
Pero con el servicio restaurado al completo, la flota ha agradecido el trabajo realizado para resolver el problema, como señala Bouwe Bekking del Team Brunel:
“Hemos recuperado nuestra conexión a Internet otra vez con los satélites Inmarsat. Nos hemos dado cuenta de lo mucho que dependemos de la red. Contactar con casa, partes de posiciones, descargar la importantísima información meteorológica…
La última parte, los archivos meteorológicos, no han sido muy útiles en los últimos días. Las nubes y las tormentas eléctricas dirigen el espectáculo…”, añade.
“Volviendo a Inmarsat y al equipo de comunicación de Cobham: nos tenemos que quitar el sombrero, nos brindan un servicio extraordinario y un equipamiento excepcional. Es increíble para un simple navegante como yo ver cómo funciona todo. El barco envía la señal o el mensaje al satélite, luego el satélite lo envía de vuelta a la tierra, nunca te das cuenta por cuántos bucles ha pasado ese mensaje, sin mencionar el trillón de horas que ambas compañías han dedicado a llevar sus productos a donde están hoy. Y aún tienen el impulso para hacerlo mejor… ¡Así que chapeau, nos quitamos el sombrero!”.