Un barco fantasma espía no tripulado, aparece en las costas de Escocia, y nadie sabe a quién pertenece
En los acantilados rocosos de la isla de Tiree, encallado, aparece un extraño barco ‘fantasma’
Una extraña embarcación no tripulada desconcierta a las autoridades de Reino Unido.
Apaareció de manera inesperada junto a la rocosa isla escocesa de Tiree, pero la sorpresa llegó cuando se analizó de qué se trataba en realidad: una nave mucho más pequeña de lo habitual que se desplazaba por el agua de manera remota sin tripulación.
Las autoridades británicas tratan de descubrir a quién pertenece este barco, sobre todo por aparecer en una zona de especial importancia estratégica.
Se ha identificado esta embarcación como un Wave Glider, fabricada por la compañía estadounidense Liquid Robotics, que pertenece a Boing.
Se trata, efectivamente, de un pequeño barco no tripulado que es capaz de viajar miles de kilómetros de manera autónoma.
La embarcación no pertenece a las fuerzas militares británicas y, por la configuración de los elementos de la nave, apunta a que tampoco forma parte de una expedición científica.
Este tipo de embarcaciones son utilizadas de manera habitual por la Royal Navy británica como de Estados Unidos. Aparte hay opciones para valorar, que realmente se trate de un barco de investigación científica, pues este tipo de naves son utilizadas para monitorizar poblaciones de peces en el mar del Norte.
Es para tener en cuenta que un barco no tripulado de este tipo cuesta 250.000 euros, por lo que si un investigador lo hubiera perdido o hubiera sufrido un accidente que le hubiera hecho encallar en la rocas de la isla de Tiree, ya lo habría reclamado.
Además, este barco sale de fábrica con un color amarillo brillante muy peculiar, precisamente para que sea fácil de localizarlo en el agua. La nave encontrada abandonada había sido repintada de un color gris difícilmente perceptible en el mar.
Tampoco contaba con los banderas en la cubierta para que sea fácilmente detectable, se le habían eliminado las luces de navegación y también habían sido retirados los reflectores de radar. De igual manera, habían sido cortadas las comunicaciones vía satélite y la ubicación de sus antenas y de sus sensores -todos por debajo de la línea de flotación- hacía pensar que trataba de investigar qué había bajo el agua.
Imagen del Wave Glider, con su color y su configuración originales. (Liquids Robotics)
Los expertos de la inteligencia británica creen que, precisamente, que parte de la configuración de su casco es la que ha provocado que haya acabado varado contra la rocas. El hecho de no llevar luces, no contar con reflectores y su color oscuro casi con total seguridad provocó que otro barco de mucho mayor tamaño impactara contra él sin, posiblemente, ser consciente de ello.
Eso explicaría por qué una de las antenas está rota y cómo acabó perdido contra un acantilado. Pero poco o nada más se sabe sobre la procedencia de este misterioso barco.
Que las autoridades británicas hubieran encontrado este barco en esta ubicación de la isla de Tiree es importante, ya que en este islote se encuentra una de las vías principales de la zona de operaciones de submarinos nucleares del Reino Unido, a 100 kilómetros de la base de Faslane.