Tras diez años de ausencia, el rompehielos “Almirante Irizar” regresó a la Antártida
El pasado 17 de octubre a las 16:26 tras 10 años y 6 meses de ausencia, el rompehielos de la Armada Argentina ARA “Almirante Irizar ingresó al sector antártico argentino comprendido entre los meridianos 74° y 25°Oeste y desde el paralelo 60°S al polo sur.
Se cierra de esta manera un ciclo iniciado el 10 de abril de 2007, cuando un incipiente e inadvertido incendio en la sala de máquinas de la nave que navegaba en las proximidades de Puerto Madryn rumbo a Buenos Aires, terminó saliéndose de control, quemando el 80% de los sectores sensibles del buque.
Durante varias jornadas, las alternativas del navío abandonado por sus tripulantes a excepción de su por entonces comandante, el capitán de fragata Guillermo Tarapow, humeaba a la deriva en el Atlántico Sur. 238 hombres y mujeres entre civiles y militares integraban la dotación en aquellas circunstancias.
Luego de controlado el siniestro, el “Irizar” fue remolcado hasta la base naval de Puerto Belgrano, la principal unidad naval del país. Las primeras estimaciones de daños estimaron que su puesta en servicio demoraría 2 años. No obstante posteriores complicaciones administrativas y técnicas lo tuvieron fuera de los mares por un lapso 5 veces superior al previsto.
El “Irizar” hoy
Al mando del capitán de fragata Maximiliano Mangiaterra y con 111 almas a bordo, el coloso de los hielos volvió a navegar en las aguas para las que fue diseñado. Luego de una serie de pruebas previas en el Rio de la Plata y en aguas abiertas no antárticas, los excelentes resultados obtenidos permitieron tomar la decisión de enviarlo al sector antártico y tomar contacto con los primeros “packs de hielo” de la zona exterior del continente blanco.
Totalmente repotenciado, con unidades propulsoras y planta de generación de energía eléctrica nuevas, la nave presenta innovaciones en todos sus sistemas, tanto en lo que hace a su navegación como así también se han visto exponencialmente incrementados sus espacios destinados a laboratorios y carga.
De superarse en forma satisfactoria las pruebas actualmente en curso, el rompehielos recuperará su certificación polar y podrá volver en forma oficial a ser el sostén logístico principal de las futuras campañas antárticas.
Como se recordará, en los últimos años el país debió recurrir a la contratación de buques extranjeros a un costo muy elevado y muchas de esas contrataciones terminaron originando expedientes judiciales por verse rodeadas de severas irregularidades.
La última campaña finalizada en marzo de 2017, fue realizada por primera vez sin un rompehielos de apoyo. El riesgo fue asumido por el ex ministro de defensa Julio Martínez a partir de las seguridades que el personal del Estado Mayor Conjunto y de las distintas fuerzas trasmitiera en lo relativo a la posibilidad de cumplir la tarea. Si bien se tuvieron que realizar mayores vuelos y usar otro tipo de buques logísticos, la campaña se cumplió en forma exitosa.
En el día de hoy el “Irizar” comenzará su viaje de regreso al continente, todo parece indicar que finalmente será autorizado a realizar la campaña de verano 2018. Vale recordar que la presencia de Argentina en la Antártida se concreta a través de la existencia de 13 bases científicas, algunas con presencia permanente y otras con dotaciones que las operan durante los meses de verano.
El país no ejerce soberanía en el lugar de la misma manera en que no lo hace ninguno de los otros estados que mantienen presencia en el lugar. El Tratado Antártico es el instrumento legal internacional que regula las condiciones en las que los distintos países ejercen actividades en esta particular porción del planeta
La reconstrucción del “Almirante Irizar” deja atrás muchísimas polémicas sobre la conveniencia de haberla hecho en el país, el costo de las tareas y el tiempo insumido. Pero no es menos cierto que ha significado un enorme desafío para la industria naval nacional, gracias a la cual hoy la nave se presenta como el rompehielos más avanzado de la región.