Trabajo en equipo. Seis lecciones para aprender de los deportes naúticos
Como ávido navegante competitivo, pasar tiempo en el agua se ha vuelto una parte importante de mi vida. Las condiciones en permanente cambio unidas a la adrenalina de la carrera proveen un ambiente divertido y al mismo tiempo desafiante.
Como titular de la Beca Blavatnik para emprendedores en ciencias de la vida y socio de Atlas Venture, trabajo con una variedad de emprendedores con aspiraciones y con importantes logros. Mi experiencia en estos roles me ha permitido discernir similitudes entre lo que se necesita para conformar un equipo de navegación a vela triunfador y un emprendimiento empresario exitoso. A continuación algunas de las lecciones que se pueden aprender de los deportes náuticos.
1. Tener un plan
Al igual que sucede cuando se crea un negocio, tener una estrategia antes de una carrera ayuda a tomar decisiones que pueden ser necesarias más adelante. Analizar los obstáculos que pueden surgir le permite al equipo tener planes de contingencia. En ambas situaciones, los cambios en las condiciones y la competencia se integrarán a la estrategia. Al avanzar en su travesía, la nueva información puede utilizarse para hacer evolucionar el plan existente que provee una base para la toma de decisiones.
2. Sólo una persona al timón
De últimas debe haber una sola persona que establezca la dirección y el liderazgo para el esfuerzo mayor. El CEO o timonel debe estar a cargo de concentrarse de hacer avanzar la compañía o la embarcación de modo eficiente en la dirección indicada. Debe elegir la orientación y estar constantemente atento a evaluar el riesgo antes de continuar con el mismo rumbo o cambiarlo.
3. La tripulación conforma el equipo
Una de las cosas más importantes que hace el líder o propietario es construir el equipo. Un gran liderazgo no basta para compensar por una mala ejecución por parte del equipo. En cambio, una gran tripulación puede hacer que su timonel se eleve a nuevos niveles de capacidad y éxito.
4. Concentrarse en el rol
Como el CEO o el timonel, cada miembro del equipo tiene un rol específico y distintivo. Para construir un equipo exitoso es crítico reunir gente que pueda enfocarse en su rol confiando al mismo tiempo en que los otros integrantes harán lo mismo. Si los miembros se ven distraídos por otras responsabilidades no son efectivos en su propio rol.
5. La comunicación es clave
En las carreras los miembros del equipo tienen que difundir información importante rápidamente y recibir confirmación de que el mensaje fue recibido. Comunicar en exceso o compartir información no relacionada distrae de la concentración. Lo mismo vale para la conducción de compañía. Saber lo que la gente necesita conocer y lo que no es importante para un uso efectivo del tiempo. Que todas las partes tengan la misma comprensión evita problemas comunes de mala comunicación.
6. Tener presente el destino
Como empresario los desafíos pueden pasar por tratar de desarrollar la compañía, cotizar en bolsa o establecer una relación estratégica. En la navegación se trata de llegar a la meta lo más rápido posible. Todas las actividades deben organizarse para qué el equipo avance hacia la meta. Tener un miembro del equipo responsable de mantener la mirada puesta siempre en el objetivo, especialmente cuando las cosas suceden rápidamente, limita la posibilidad de esfuerzos desperdiciados. A veces un camino más lento pero más directo puede ser el enfoque más eficiente.
Las condiciones cambian
En un bote a vela hay que ajustar constantemente el rumbo y manejar las velas en respuesta a la dirección y velocidad del viento. Si uno no reevalúa sus prioridades ante la llegada de nueva información es posible que no esté avanzando a la mayor velocidad posible. Las condiciones que se enfrentan en la construcción de un negocio no son diferentes. Al progresar los estudios y evolucionar el mercado tiene que estar preparado para reaccionar y cambiar el centro de sus actividades rápidamente. Mantenerse alerta a cambios inminentes le permite ser proactivo en vez de reactivo.
Tanto en la navegación como en los negocios los beneficios llegan con mucho riesgo. No se puede ganar apostando a lo seguro todo el tiempo. A la hora de prepararse no hay que permitir que fracasos o éxitos del pasado desvíen la atención de la próxima carrera o emprendimiento y los esfuerzos deben concentrarse en un equipo de gran funcionamiento. Y cuando se cruce la línea de la meta hay que celebrar el éxito, criticar las fallas que se pueden haber tenido y prepararse para la próxima carrera.