TeNew Zealand, ciclistas o regatistas?
El ‘Emirates Team New Zealand’ ha llegado a la 35ª Copa América con un sistema de potencia revolucionario en su catamarán ACC50: un tándem ciclista de cuatro hombres a bordo que sustituye a los ‘molinillos’ (tornos convencionales accionados a mano) y que está sorprendiendo a propios y extraños, presentando sus credenciales al título.
Con el campeón mundial y olímpico de 26 años y la gran promesa de la vela neozelandesa, Peter Burling y el australiano Glenn Asbhy como patrón y trimmer de vela en ala como jefes de a bordo, cuatro hombres, que estuvieron entrenando más de un año en secreto.
Están liderados por el único ciclista en el equipo, el medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Simon Van Velthooven, de 28 años y que el año pasado se unió en secreto al equipo de Grant Dalton.
Van Velthooven va a bordo en cabeza del tándem junto a Blair Tuke, de 27 años, campeón mundial y olímpico en la clase 49er. en Río 2016, junto a Burling; Josh Júnior, de 27 años y séptimo en la clase Finn de los JJ.OO. de Río 2016, y Andy Maloney, que renunció a participar en la clase Láser de los JJ.OO. de Río para prepararse para la Copa América.
Además de estos ‘ciclistas’ titulares, están también Guy Endean de 28 años, junto a Burling y Tuke ganó la Youth Américas Cup de 2013; Joe Sullivan, campeón mundial y olímpico de remo en Londres 2012 y Sam Bell, formado en la escuela del Team New Zealand en Auckland.
También están el holandés Carlo Huisma, de 25 años, con experiencia en el circuito RC44 de vela de crucero, y el italiano Gilberto Nobilí, de 43 años, ganador de la Copa América 2013 con ‘Oracle’. Además es el especialista de telecomunicaciones a bordo.
Excepto para un ciclista consumando como Van Velthooven para el resto de ‘grinders’ del equipo, las piernas se volvieron más importantes que los hombros y los brazos. Pero la clave era en que todo ese proceso de entrenamiento se llevase en el más estricto secreto. Esto provocó algunos momentos incómodos con la familia y amigos hasta que se desveló en la botadura del catamarán en febrero.
Rutas en bicicletas de montaña de dos a cuatro horas diarias, miles de horas de gimnasio, fortalecimiento de músculos de las piernas y todos sin poder comentar nada a nadie. “Sabíamos que si se conocía, se extendería rápidamente y esto fue la parte muy difícil de este trabajo”, señala Guy Endean.
El cambio físico se acentuó también y cuando el equipo se presentó. La masa muscular de las piernas de los tripulantes podría ser la envidia de los ciclistas olímpicos de sprint.
Varios de ellos tuvieron que bajar de peso. En el caso de Endean lo bajó de 98 kg. a 87.5 kg. y debe mantener este peso, que es el promedio permitido para la tripulación de seis hombres (525 kg)
El tándem es una fuente de alimentación extraordinaria en condiciones de viento suaves, repartida entre los cuatro hombres en los pedales, ya que sirve para proporcionar la energía para los sistemas que controlan el la vela en ala y orzas (‘foils’ o alerones) que permitan alcanzar velocidades de hasta 40 nudos (78 km/h) y elevarse sobre el agua
“El barco es notablemente estable con una plataforma de ciclismo a bordo. Si llega un giro brusco, es cuestión de conseguir mantenerse en tu posición y no dejarse ir porque la idea es mantener siempre las pedaladas”, aseguró Endean.
Otro punto complicado es pasar de un casco al otro. Es una acción que han estudiado y practicado miles de veces.
“Llevamos zapatos de ciclismo adaptados y muy ligeros. Cuando hay que dejar los pedales siempre estamos un poco nerviosos, pero la adrenalina se hace cargo de todo y estás en el otro lado sin darte cuenta. Para no perder potencia hacemos los cambios de dos en dos, aunque algunas veces los hacemos de tres en tres y en apenas segundos; eso depende de la táctica”, explicó.