Sealander es una innovadora vivienda móvil con propiedades anfibias, mezcla de caravana y barquita de recreo. Pequeña, segura y con un estudiado diseño interior, se puede remolcar fácilmente por un turismo y no necesita licencia.

Se llama Sealander, viene de Alemania y es una pequeña caravana flotante que puede usarse como embarcación de recreo: está registrada como ambas cosas, cumpliendo con las normativas mundiales de vehículos de tierra y agua, TUV y CE.

Sealander puede remolcarse por cualquier turismo.

Se engancha fácilmente a cualquier turismo. Dadas sus reducidas dimensiones, sólo se necesita un remolque en el vehículo, y su pequeño motor eléctrico se puede cargar fácilmente durante la conducción por tierra. Sus escapadas de camping cobrarán una nueva dimensión: podrá descubrir calas escondidas, practicar la pesca o la natación en alta mar o incluso dejarse mecer por las olas al dormir.

Está fabricada en fibra de vidrio y es descapotable.

Diseñada con unchasis de fibra de vidrio reforzado e impermeabilizado, es flexible y estable: dos cámaras de aire selladas se encargan de que no vuelque.

El interior, de 2 x 1,56 m, cuenta con dos bancos que se convierten en cama, una mesa, estantes ligeros y ventanas tintadas.

Es descapotable, para tomar el sol o ver las estrellas. Cuenta con un toldo de poliéster con cierre zip (abatible completa o parcialmente), una ventana panorámica tintada a cada lado y escalera de bajada al agua en acero inoxidable pulido.

El pequeño espacio interior se ha aprovechado al máximo, con un diseño inteligente por módulos. Cuenta con un área de descanso (de 2 por 1,56 metros) con dos bancos para seis personas que se juntan y se convierten en una cama. Puede, además, modificarse a gusto del comprador y equiparse con todo tipo de extras: cocina, nevera, ducha, lavabo, cortinas, enchufes, etc. El precio del Sealander básico es de 15.500 euros, y se va incrementando según las opciones de personalización.