Seaglider Regent
Regent, una start-up con sede en Boston tiene en desarrollo un planeador que pueda volar sobre el agua empleando el efecto suelo.
Este nuevo hidroavión totalmente eléctrico se desliza sobre el agua como un aerodeslizador
Exactamente el mismo principio físico en el que se basa el ekranoplano gigante ruso MD-160 que tanto dio de qué hablar hace unos meses y cuyo futuro es todavía incierto.
La principal diferencia del avión de Regent y de un hidroavión es que este último puede ascender a centenares -cuando no miles- de metros por encima de la superficie gracias a que sus alas y los motores son capaces de proporcionar sustentación más allá de la superficie.
Por otro lado, el efecto suelo que usa el planeador estadounidense es un fenómeno aerodinámico se produce cuando las altas presiones generadas en la zona inferior de las alas chocan contra el suelo produciendo un aumento de presión extra y, por tanto, de sustentación.
“La velocidad, la comodidad y los sistemas de navegación de un avión junto con la utilidad, maniobrabilidad y lo asequible de un barco”, son los pilares sobre los que se basa la compañía.
La intención de sus creadores es combinar lo mejor de un barco pudiendo operar sobre la superficie del agua y maniobrar hasta en las zonas más complejas y todos los puntos positivos de no sufrir el oleaje mientras se traslada de punto a punto.
La versión de pruebas tendrá una envergadura de 15 pies [4,5 metros] y pesará alrededor de 400 libras [181 kilogramos].
La envergadura de este ekranoplano se situará en unos 18 metros. La compañía planea utilizar su tecnología para unir ciudades costeras relativamente cercanas, dado que la autonomía de 290 kilómetros.
El proyecto de Regent puede significar un revulsivo en las comunicaciones de corto radio entre puertos, que actualmente se cubren mediante ferris.
La velocidad máxima está estipulada a 290 kilómetros por hora y está diseñado para operar en las infraestructuras portuarias existentes.
Las rutas que la compañía ya tiene en mente pasan por unir grandes zonas portuarias como Boston con Nueva York o Los Ángeles con San Francisco. Del mismo modo, realizar trayectos cortos y trasbordos en las Bahamas, islas de Croacia y en el Caribe.