Dolcevita, el primer Riva 110
QUIÉN NO QUERRÍA SURCAR LOS MARES EN UN YATE LLAMADO DOLCEVITA?
Navegar es siempre una buena idea pero si además eres el dueño del primer Riva 110 y le pones por nombre Dolcevita, entonces es mucho más que una buena idea, es en realidad la única idea que merece la pena tener… ¿no crees?.
Parece que fue ayer cuando el grupo Ferretti presentaba el modelo Riva 110 y anunciaba su presentación oficial para el pasado otoño pero ocurrió hace más de un año, en enero de 2017; será finalmente el próximo mes de mayo cuando por fin conozcamos todos los detalles del Riva 110 porque sabemos que el primer yate de este modelo acaba de ser botado aunque el evento se ha visto rodeado de cierto secretismo porque será en Mónaco donde Ferretti nos lo cuento todo de Dolcevita, el primer Riva 110.
Algo más de 33 metros de eslora (110 pies), motor MTU 16V 2000 M96L, 23 nudos de velocidad de crucero y hasta 26 de velocidad máxima, con espacio suficiente para que unas 20 personas pasen un magnífico día a bordo y unas diez, distribuidas en 4 suites dobles además de la magnífica suite del propietario, vivan unos días de puerto en puerto. Esas son, en grandes pinceladas, las cifras que hacen de Dolcevita el nombre perfecto para este yate pero, por supuesto, hay más detalles, aspectos como su cubierta superior a modo de solarium o la inferior que une el salón a la zona exterior donde se coloca una mesa para disfrutar de magníficas cenas bajo las estrellas.
Riva 110 -Dolcevita- es un yate compacto y funcional, elegante a más no poder en su interiorismo y con un toque deportivo en su línea exterior; por el momento no conocemos más detalles de esta embarcación porque Riva (del grupo Ferreti) los guarda con cierto secretismo de cara al próximo Monaco Yacht Show que tendrá lugar en el mes de mayo, allí del Riva 110 Dolcevita se desvelará en todos sus detalles y, estamos seguros, se convertirá en una de las sensaciones de este exclusivo encuentro náutico.
El mar nos atrae siempre (sin que pongamos el más mínimo remedio para evitarlo) pero cuando la primavera avanza y sentimos ya la cercanía del verano, su calidez, sus playas, sus puertos y sus vacaciones esa atracción se vuelve irresistible y el deseo de navegar incontenible. Y entonces llega Riva y nos muestra un yate como el Dolcevita y sólo podemos admirar su belleza y hacer planes, o al menos sueños, para nuestras próximas vacaciones…