Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi, sufrió el pasado viernes un accidente con el barco volador ‘Malizia’ de la clase GC32, mientras disputaba una regata en el lago de Garda (Italia). El catamarán monegasco navegaba a gran velocidad y no pudo hacer nada por evitar la colisión con una lancha semirrígida de la organización de la prueba en la que se encontraba Carlo Borlenghi, considerado el mejor fotógrafo náutico del mundo. Pese a la espectacularidad y violencia de la embestida, no hubo que lamentar daños personales en ninguna de las dos embarcaciones:
“Es una pena pero también, irritante; un accidente como éste nunca debería ocurrir”, se lamentaba Pierre Casiraghi en un comunicado emitido por el Yacht Club de Mónaco. “Los GC32 son barcos ultrarrápidos y es imprescindible que se respeten los perímetros de seguridad por parte de barcos acreditados y de espectadores. Se trata de una nueva generación de barcos y los procedimientos de seguridad deben tener en cuenta sus altas velocidades. Es necesario que haya mayor concienciación por parte de organizadores, participantes y usuarios de embarcaciones de recreo”, argumentaba el timonel del ‘Malizia’, cuyo padre falleció en 1990 en aguas de Montecarlo tras un accidente mientras disputaba el Mundial de motonáutica [lanchas de alta velocidad].
La colisión, que se produjo durante la quinta manga del tercer día de la GC32 Malcesine Cup, provocó lacancelación de la última jornada de regatas, ya que no hubo acuerdo entre la Asociación Internacional de Clase GC32 y el club náutico Fraglia Vela Malcesine sobre quién asumía la responsabilidad del campo de regatas.
Los organizadores del circuito mundial recordaron que la seguridad ha sido siempre una cuestión prioritaria en la competición y que desde esta temporada cuentan con su propio oficial encargado de minimizar riesgos -se trata de Henrik Norberg, ex regatista de Copa América y experto en multicascos-, cuyo trabajo se ha centrado hasta ahora en ampliar la zona exclusión alrededor del campo de regatas.
En el deporte de la vela los barcos de apoyo de los equipos y embarcaciones acreditadas para medios de comunicación o invitados suelen navegar cerca de la flota. En el agua, miembros de la organización suelen recordar a estas embarcaciones por dónde pueden navegar y dónde tienen prohibido hacerlo. Estas medidas son habituales también en los GC32. En la primera cita de la temporada, celebrada en la zona Norte del lago de Garda, varias unidades de motos de agua de la policía italiana se aseguraban de que el campo de regatas quedara libre para los participantes.
Sin embargo, la aceleración y la velocidad que alcanzan las embarcaciones de última generación provocan que los esfuerzos por garantizar el desarrollo de las regatas sin incidentes lleguen a ser en ocasiones insuficientes. El verano pasado, durante la salida de la novena etapa de la Volvo Ocean Race, el Spindrift 2 de Dona Bertarelli, el multicasco de competición más grande del mundo, colisionó con una lancha semirrígidade un marshal, encargado de mantener despejado de barcos de espectadores el recorrido de la prueba. El timón del casco de estribor del maxitrimarán de 40 metros de eslora cayó sobre la neumática y una mujer resultó herida. Ya en el hospital, le fue amputada una pierna. Este caso continúa a día de hoy en los juzgados para determinar las responsabilidades.