Aunque la competencia estuvo pareja, el talento del estadounidense no alcanzó para ganarle a uno de los predadores más rápidos del océano: Phleps nadó 100 metros en 38,1 segundos, pero el tiburón ganó con 36,1 segundos.
La particular prueba se desarrolló en aguas abiertas, a apenas 13 grados centígrados.
Por eso, para hacer más pareja la competencia -Phelps alcanza una velocidad máxima de 9,6 kilómetros por hora, mientras el tiburón blanco puede llegar a los 40- el campeón olímpico utilizó una aleta especial.
“Muchos creen que estoy loco por sumergirme en el agua para hacer esto, pero tuve todas las medidas de seguridad y me sentí muy seguro todo el tiempo”, afirmó Phelps.