Más cerca de las branquias artificiales
Una de las nuevas conquistas de los humanos es la de poder respirar como los peces. Proyectos y empresas están centrados en conseguir branquias artificiales
Las branquias artificiales se perfilan como una nueva técnica para los submarinistas.
Las branquias artificiales surgen con el fin de estudiar nuevas tecnologías para los submarinistas.
Bucear con un equipo autónomo no es tan sencillo como lo pintan en las películas y series donde utilizan este recurso: en realidad puede llegar a ser bastante más complicado e incómodo de lo que nos hacen ver.
Con esta idea en mente, Jeabyun Yeon, un diseñador bajo el estudio Yanko Design, estudia nuevas tecnologías para los submarinistas, ideando un prototipo de respirador que nos promete hacer más sencillo el poder respirar debajo del agua, tanto que esencialmente nos convierte en peces.
Triton utiliza un diseño que pretende ser una réplica artificial de las branquias que utilizan los peces para respirar por debajo del agua: extrae el oxígeno del agua gracias a unos agujeros en la superficie del filtro más pequeños que el tamaño de una molécula de agua.
Estas nuevas tecnologías para los submarinistas, según Yanko Design, esta siendo desarrollada por un científico coreano.
Una vez tengamos el oxígeno, se utilizaría un microcompresor que sería pequeño pero potente, y que comprimiría ese oxígeno para almacenarlo en un compartimento.
Todo esto funcionaría gracias al concepto de una batería de tamaño muy reducido, pero que cargaría 1000 veces más rápido, siendo 30 veces más pequeña que las actuales.
Desgraciadamente, estas nuevas tecnologías para los submarinistas concentrada en Triton, solo es un concepto que, aunque se base en investigaciones reales, por el momento es imposible lograr con la tecnología actual.
Quizá en unos años sea posible crear un dispositivo así, pero ahora mismo, sólo podemos esperar.
¿Estaremos cada vez más cerca de respirar con branquias artificiales bajo el agua?
Aun así, la campaña de financiación por crowfunding parece que ha sido un éxito, aunque hay voces que cuestionan la veracidad del invento.
La extracción de oxígeno del agua no es fácil.
Usando una tabla estandarizada de solubilidad de oxígeno, se puede deducir que el agua dulce al nivel del mar contiene aproximadamente 9,1 mg / L de oxígeno a temperatura ambiente (20ºC). Eso es 0.0091 gramos.
Un adulto humano usa alrededor de 617 gramos de oxígeno en un día en reposo. Que se descompone a 0.42 gramos por minuto. Este número es altamente variable dependiendo del metabolismo individual, tamaño, esfuerzo, y demás.
Pero para este escenario, si se divide 0.42 por 0.0091 se obtiene 46.1 litros de agua que deberían ser procesadas por minuto para proporcionar suficiente oxígeno para mantener a una persona en reposo.
Para ello, las branquias artificiales deberían estar dotadas de bomba enorme, almacenaje de alta presión, y una batería revolucionaria.
Todo este mecanismo se supone que debe movido por una pequeña batería de iones de litio que aspira el agua a través de un dispositivo de plástico del tamaño de un tubo respirador.
Además de la suficiente cantidad de oxígeno que requiere un adulto para satisfacer sus necesidades biológicas, a su vez debe eliminar correctamente el CO2.
Por muy eficiente que sea su sistema de compresión, para respirar normalmente harían falta una bomba y un tanque de almacenamiento mucho más grandes.