Las regatas oceánicas son largas y agotadoras, pero a menudo se deciden por pequeños márgenes y sutiles detalles. En la 44ª edición de la Rolex Middle Sea Race, sólo 24 segundos separaron a los dos primeros clasificados en la batalla por el título absoluto después de 606 millas náuticas y más de cuatro jornadas de emocionante competición.
El apoyo que Rolex presta desde hace casi siete décadas al mundo de la vela incluye estrechas relaciones con algunas de las competiciones de 600 millas náuticas más importantes del mundo. La relojera suiza forma parte esencial de la Rolex Middle Sea Race desde 2002, competición organizada por el Royal Malta Yacht Club y que está considerada la regata oceánica más famosa del Mediterráneo.
El ganador absoluto de la edición 44 fue el Wally 93 Bullitt de Andrea Recordati. Para el armador del barco italiano, el éxito resultó trascendental e inesperado a partes iguales:
“La regata fue muy exigente y llena de desafíos. Sinceramente, todavía me cuesta creerlo, me siento extasiado. Estoy muy contento por el barco, se lo merece. Nos hemos esforzado mucho para optimizarlo y mejorarlo. Pero estoy especialmente contento por mi tripulación. Tengo un equipo excepcional y ellos también se lo merecen.”
Tomar las decisiones correctas en los momentos adecuados fue clave para el éxito del Bullitt. Un punto determinante fue el paso por el Estrecho de Messina, un tramo complejo en cualquier Rolex Middle Sea Race. En este hito del recorrido, la tripulación demostró una gran destreza al elegir el momento para pasar de la costa continental al lado siciliano del estrecho. Un movimiento diseñado para eludir el empuje adverso de la corriente y mantener la presión sobre sus competidores más cercanos.
En la carrera por la victoria en tiempo real, Leopard 3 se alzó con el título tras imponerse en un intenso duelo con Bullitt en el que el Maxi de 100 pies de eslora (30,78 metros) aventajó a su rival por poco menos de dos horas. Una actuación impresionante en sí misma, ya que Bullit superó en velocidad a varios rivales teóricamente más preparados para los rigores de las regatas oceánicas.
Bullitt navegó las 606 millas náuticas (1.122 kilómetros) alrededor de Sicilia con una tripulación de 20 miembros. Personal necesario para navegar con un velero tan potente y grande, de 93 pies de eslora (28,34 metros). Entre ellos, el español Willy Altadill. La flota perseguidora, predominantemente amateur, navegaba en barcos más pequeños y con menos tripulación. El estadounidense Red Ruby, de 9,99 metros de eslora, estuvo a punto de entrar en la historia de la Rolex Middle Sea Race y convertirse en el primer ganador con tripulación a dos.
Menos de medio minuto
Christina y Justin Wolfe, armadores del Red Ruby, llevan casi 30 años navegando a dos. Su intuición y su capacidad de decisión son naturales. Cualidades esenciales cuando la regata es tan implacable, como explicó Justin:
“Pasaron muchas cosas durante la regata. Hicimos al menos 22 cambios de vela. Las condiciones varían constantemente, el rumbo cambia, navegas horas y horas sin descanso porque pasan muchas cosas”.
Una gran experiencia navegando juntos, la misma capacidad para desempeñar todas las funciones en el barco y un compromiso total permitieron a la pareja sacar el máximo partido al Red Ruby durante toda la regata. Sobre todo en el largo tramo desde la isla de Lampedusa hasta el canal de Comino Sur, justo antes de la llegada a La Valeta. Fue aquí donde empezaron a pensar lo impensable.
Tras cruzar la meta en Malta, Red Ruby se quedaría a 24 segundos del tiempo firmado por Bullit tras cuatro días y nueve horas en el mar. Naturalmente, esto llevó a sus dos tripulantes a reflexionar sobre dónde podrían haber ganado tiempo:
“En el transcurso de una regata de 600 millas, ¿en cuántos sitios te dejas 24 segundos? En todas partes. Una virada, una mejor decisión sobre la corriente en el estrecho de Messina…”.
Sin embargo, el sentimiento predominante no era de arrepentimiento, sino de satisfacción por lo conseguido, como reveló Christina:
“Estoy muy orgullosa de lo que hemos hecho. La Rolex Middle Sea Race es conocida por ser una regata realmente dura, y tuvimos unas condiciones que ninguno de los modelos meteorológicos predijo. Vinimos aquí para hacer una gran regata y darlo todo, y creo que lo intentamos y eso es todo lo que se puede hacer”.
Aunque 24 segundos es un margen escaso, el final más ajustado de la Rolex Middle Sea Race siguen siendo los nueve segundos con los que el TP52 italiano B2 se impuso a su compatriota Mascalzone Latino en 2015. Este último volvería un año después para ganar la regata.
En la 44 Rolex Middle Sea Race no se batieron récords. El Leopard 3 revalidó su título como monocasco más rápido con un tiempo de 2 días, 12 horas, 50 minutos y 56 segundos; el MOD70 Limosa, de la francesa Alexia Barrier, había terminado unas doce horas antes para llevarse el triunfo en categoría multicascos. Ninguno de los dos pudo batir los respectivos récords de la regata establecidos durante la edición de 2021.
Precisión y excelencia perpetua son valores compartidos por Rolex y los regatistas oceánicos, tal y como demostraron los competidores de la 44ª Rolex Middle Sea Race. La regata de 2023 será recordada por el espíritu de las tripulaciones que aprovecharon al máximo todas las oportunidades que se les presentaron, que superaron la complejidad y la imprevisibilidad de la meteorología, y que navegaron con gran determinación hasta la línea de llegada. Los segundos que separaron a los barcos de cabeza son el testimonio perfecto de este excepcional esfuerzo.
Rolex y su relación con el mundo de la vela
Rolex siempre se ha asociado con actividades motivadas por la pasión, la excelencia, la precisión y el espíritu de equipo. De manera natural, Rolex ha gravitado hacia la élite de la navegación a vela, formando una alianza que se remonta a la década de 1950 con los más prestigiosos clubes, eventos, regatas y destacadas figuras del deporte como el pionero oceánico Sir Francis Chichester o el regatista olímpico más laureado de la historia, Sir Ben Ainslie. Hoy, Rolex es patrocinador principal de 15 de los más importantes eventos internacionales de vela: Desde emblemáticas regatas oceánicas como la Rolex Sydney Hobart (Australia) o la bienal Rolex Fastnet Race (Reino Unido y Francia), pasando por competición grand prix del más alto nivel como el Rolex TP52 World Championship o magníficas reuniones como la Maxi Yacht Rolex Cup (Italia) o la Rolex Swan Cup (Italia y Caribe). También apoya el espectacular circuito SailGP, en el que equipos nacionales compiten a bordo de catamaranes voladores F50 en algunos de los puertos más impresionantes del mundo. La estrecha relación de la relojera suiza con clubes como el Cruising Yacht Club of Australia, el Royal Ocean Racing Club, el Yacht Club Costa Smeralda, el New York Yacht Club o el Royal Yacht Squadron constituye la base de la perdurable relación de Rolex con este apasionante deporte.
Acerca de Rolex: Una notoriedad inigualable basada en la calidad y el savoir-faire
Rolex es una manufactura relojera suiza integrada e independiente. La marca, con sede en Ginebra, es famosa en todo el mundo por su savoir-faire y la calidad de sus productos, símbolos de excelencia, elegancia y prestigio. Los movimientos de todos sus relojes Oyster Perpetual y Perpetual son certificados por el COSC y posteriormente se ponen a prueba para verificar su precisión, sus prestaciones y su fiabilidad. La certificación de Cronómetro Superlativo —simbolizada mediante el sello verde— confirma que cada reloj ha superado con éxito las pruebas llevadas a cabo por Rolex en sus propios laboratorios y con arreglo a sus propios criterios. Estos son auditados periódicamente por un organismo independiente.
El término «Perpetual», que aparece en todos los relojes Oyster, supone mucho más que una palabra escrita en una esfera: es una filosofía que representa la visión y los valores de la marca, una perpetua búsqueda de la excelencia que el fundador Hans Wilsdorf transmitió a la empresa. Así, Rolex es la artífice de numerosas innovaciones, entre las que destacan el Oyster, primer reloj de pulsera hermético, que vio la luz en 1926, y la cuerda automática por rotor Perpetual, inventada en 1931. Desde su fundación, Rolex ha depositado más de 600 patentes. La marca diseña y fabrica, en sus cuatro sedes, ubicadas en Suiza, la mayor parte de los componentes de sus relojes. Rolex se hace cargo de las diferentes etapas, desde la fundición de las aleaciones de oro hasta el ensamblaje de cada uno de los elementos del movimiento, de la caja, de la esfera y del brazalete, pasando por el mecanizado de las piezas y el acabado. Además, la marca se implica activamente con las artes, el deporte y la exploración, y apoya a quienes trabajan por la conservación del planeta.