Después de abandonar ayer por la tarde Les Sables d’Olonne para una primera etapa de 1.350 millas con destino a Santa Cruz de La Palma, los 90 tripulantes de La Boulangère Mini Transat vivieron, como era de esperar, una primera noche bastante tranquila, impulsados por aires ligeros en un mar aún agitado. Este martes todos continúan su viaje a baja velocidad, lo más cerca posible del gran círculo, hacia el waypoint situado al norte de Gijón al que deberán llegar a media noche. Es hora de concentrarse para hacer avanzar los barcos lo más rápido posible y aprovechar las pequeñas variaciones de viento que oscilan entre 5 y 12 nudos, y que deberían incluso abandonar el agua un rato al final del día, durante una transición que se esperaba que fuera un poco complicada.
Partiendo ayer, poco después de las 13:30 horas, para la primera etapa de la prueba, los 90 regatistas de la 24ª Mini Transat de La Boulangère se adentraron poco a poco en el meollo de la competición con condiciones de viento bastante flojas. Así evolucionaron lentamente durante toda la noche y todavía lentamente avanzan hoy, ahora impulsados por un flujo del sector noroeste que no es constante y muy variable. Condiciones que se espera que se prolonguen al menos hasta la noche del miércoles al jueves, frente al cabo Ortegal situado en Galicia. “Las condiciones empeorarán considerablemente, especialmente para los que van en cabeza, que tendrán que hacer frente a ráfagas de 30 nudos y olas de tres metros”, explica Christian Dumard, asesor meteorológico de la prueba, indicando además que la flota está hoy ligeramente por detrás. los recorridos de ayer a causa del oleaje que no facilita la marcha de los barcos y que, además, ha puesto a prueba algunos estómagos. La buena noticia, en este nuevo contexto, es que las condiciones serán menos vigorizantes de lo esperado al desbordar el Cabo Finisterre, un lugar todavía muy temido por los navegantes. La mala noticia, entre comillas, es que las opciones estratégicas podrían ser menos abiertas. “Si siempre podemos esperar ver competidores dirigiéndose hacia el oeste y otros pasando lo más cerca posible de las costas española y portuguesa, el juego parece estar acercándose un poco en términos de opciones. Digamos, en cualquier caso, que hoy es menos evidente que ayer que las tropas se lo están pasando genial”, añade el especialista.
Otras 36 horas de tiempo ligero antes de un cambio claro
Mientras tanto, los navegantes solitarios no tienen otra opción que continuar sus rutas en una sola virada, con sólo unos pocos turnos por delante. Como prueba, tanto en el Proto como en la Serie, los desniveles laterales rondan los quince kilómetros. Todos intentan encontrar el mejor camino hacia la marca virtual. Una marca que el primero debería cruzar a mitad de la noche que viene después de haber negociado una transición algo complicada al final de la jornada, este martes. De hecho, antes de recuperar el flujo del sudeste y, por tanto, encontrarse a favor del viento, tendrán que luchar en condiciones de lentitud durante algunas horas. En este jueguito ya hemos visto que algunos estaban más cómodos que otros. Entre ellos, podemos citar a Victor Mathieu (967 – Celeris Informatique), que ha causado una fuerte impresión desde el inicio de esta primera etapa, pero también a Federico Waksman (10109 – Repremar – Shipping Agengy Uruguay) y Gaby Bucau (965 – Maximum ). De hecho, estos últimos han conseguido una ligera ventaja respecto a la competencia entre los prototipos. Lo mismo o casi entre los barcos de la Serie para Bruno Lemunier (893 – Kalisto & Aérofab) y Titouan Quiviger (1009 – Les Extraordinaires) aunque, a estas alturas de la regata, las diferencias siguen siendo pequeñas dentro del pelotón que se mantiene firme. veinte millas cortas, a excepción de Franck Lauvray (346 – Alice) y Alpha Eon Diakite (254 – 30 días en el mar para nuestros héroes). Estos dos están ligeramente por detrás esta tarde. El primero, por un fallo de una pila de combustible H.S. y el segundo por un corte de energía que espera solucionar para continuar su carrera, como hizo por la mañana Thibault Chomard (624 – Grand Océan 624) con su problema en el cilindro piloto.
