Los kitesurfistas más rápidos del mundo, de la categoría kitefoil, ya surfeaban las cálidas y suaves aguas del sur de Italia, horas antes del primer acto de las series del Campeonato Mundial de la Asociación Internacional de Kiteboarding .
63 competidores de 26 nacionalidades distintas se batieron en duelo en la KiteFoil Gold Cup en Italia, la primera de las cuatro paradas de la competición programadas de la disciplina “open” hidroplano.
En una muestra de lo que está por venir, los 55 hombres y las 8 mujeres – todos muy buenos amigos en la playa pero enemigos en el agua – pusieron a prueba sus últimos equipamientos para alcanzar las máximas velocidades posibles.
Un fuerte viento empujó a los competidores con fuerza por toda la bahía haciéndonos la boca agua pensando en los siguientes días de la competición y demostrando que la clase kitefoil no es un juego de niños.
Entre los participantes se denota un agudo sentido de la anticipación y una creciente ansia por ver los nuevos equipamientos y piruetas de sus compañeros. Todos los competidores son conscientes de que los niveles de habilidad y velocidad de la competición llevan una trayectoria ascendente, incluso desde el Campeonato de Europa en Cerdeña que se celebró hace a penas dos meses.
La multitud que acuda a la playa Hang Loose el fin de semana para presenciar la final de la serie de medallas Gold Cup, podrá disfrutar de un increíble espectáculo de kitefoil ya que se esperan vientos de hasta 30 nudos en la costa.
La popularidad de la playa Hang Loose hace que este sea el lugar perfecto para iniciar la gira. Las siguientes paradas de la competición serán Turquía, Corea del Sur, y Qatar.
Con todos los participantes concentrados únicamente en el kitefoil, la brecha entre los mejores competidores va desapareciendo poco a poco, lo que nos da esperanzas de tener una emocionante competición con un final épico.
“Al final del día hemos visto que los que estaban en lo alto de la clasificación ahora están más accesibles en la batalla”, comenta el español Florian Trittel. “Olly, Maxime, y Rikki están a la altura. Va a ser una pelea dura contra todo el mundo que cada vez va ha ser más rápida”.
Deseosos de obtener una buena ventaja en la competición, la mayoría de los participantes ahora compiten con cometas de tan solo 15 metros, y algunos con 18 metros para poder coger más ángulos extremos del viento.
“No hay duda de que todo el mundo cada vez va más rápido”, comenta el austriaco Adrian Geislinger. “Todo el mundo sabe que si no haces el máximo de trasluchadas posibles, estas fuera de la competición. No tienes porqué hacerlas perfectas, pero al menos tienes que hacerlas”.