A menos veinte grados ¿quién teme al frío para darse un baño al aire libre? En Harads, nadie. En esta localidad ubicada en la Laponia sueca están celebrando la apertura de Artic Barth, un hotel flotante en el río Lule, a unos 60 km del Círculo Polar Ártico
La idea surgió tras la inauguración y el éxito del Treehotel en Harads, y aunque primero se había concebido como un baño frío y sauna, pasó a convertirse en el proyecto de un hotel con seis habitaciones de 25 metros cuadrados, sauna, piscina de inmersión fría, tratamientos de spa, restaurante y baño en el centro del hotel al aire libre.
Esta locura pertenece a los arquitectos Bertil Harström y Johan Kauppi que se inspiraron en la naturaleza y el entorno del lugar. El diseño de Artic Bath lo idearon pensando en los troncos de madera flotante que se forman en los ríos, y que conocen muy bien desde su infancia.
Es un recordatorio a la importancia de los bosques para el desarrollo del país. Es por ello que la localización ha sido tan cuidadosamente seleccionada, para no alterar el entorno y a la vez disfrutar de unas perfectas vistas desde cualquiera de sus puntos.
El centro del baño es ideal tanto para tomar el sol, para los baños árticos y para aquellos que desean ver las auroras boreales o el cielo estrellado en un ambiente armónico.
Otra de las partes de Artic Bath son sus tratamientos corporales basados en los contrastes de frío y calor. “Es una vieja tradición en esta zona tomar saunas calientes en combinación con natación en agua helada o baños helados”, señala AnnKathrin.
Artic Bath también dispone de restaurante, salón y bar, además de otras actividades enfocadas en la naturaleza. Como por ejemplo, caminar sobre un río helado.