Historia de Mary Read, la pirata en la sombra
Mary Read no tuvo una vida fácil como pirata pero su tesón y perseverancia le hicieron convertirse en un mito en la edad dorada de los piratas.
Como Mary Read se convirtió en una legendaria pirata.
El mundo de la piratería ha sido, desde siempre, un universo masculino ya que incluso las pocas mujeres que conseguían hacerse a la mar lo hacían bajo la ficticia apariencia de un hombre. A pesar de ello son varias las mujeres que consiguieron hacerse un hueco en el oficio de asaltar barcos en alta amar. La más famosa de todas es Anne Bonny, una mujer que se hizo a sí misma y que a pesar de contar con una buena posición se enamoró perdidamente del pirata Jack Rackham después de conocerlo en una taberna de Nassau y, como suele suceder cuando amor y trabajo se unen en una misma ecuación, ambos comenzaron una relación sentimental que pasearon, mientras pudieron eso sí, por las aguas de los océanos. La vida de esta famosa pirata es tan interesante que incluso se ha llevado a producciones televisivas como Black Sails.
Pero Anne Bonny no fue la única mujer en alta mar. Otra de las piratas más conocidas de la historia fue Mary Read. Esta mujer, que nació en Inglaterra en 1690, tuvo una vida muy diferente de la de Anne. Así, mientras la primera provenía de un ambiente acomodado, Mary tuvo que hacerse pasar por un varón desde su mismo nacimiento para poder beneficiarse de la herencia de su progenitor. Sus primeros años pasan cómodamente pero pronto los fondos se terminan y debe comenzar a trabajar para poder sobrevivir. Siempre manteniendo su disfraz de hombre, Mary Read, que se hacía llamar Mark, comenzó a trabajar como mozo de los recados en la casa de una mujer adinerada de origen francés. Puede que el trabajo no le reportase los beneficios económicos esperados o que simplemente Mary no se encontraba a gusto con una vida tan alejada de las aventuras, pero lo cierto es que sea cual fuere el motivo, Mary abandonó la comodidad de su trabajo para enrolarse en un barco como marino para, más tarde, convertirse en soldado y llegar a luchar en Flandes. Su estancia en este buque le permitió conocer a un soldado flamenco del que se enamoró perdidamente, al que le confesó su verdadera identidad y con el que iniciaría una vida en común. Ambos abandonaron la vida en el mar y se asentaron en tierra con la apertura de una posada, la Three Horseshoes. Mary Read por fin comenzó a vivir su vida como Mary Read y no como Mark, pero esta época de prosperidad no duró demasiado. La salud del hombre que consiguió abrir el corazón de Read comenzó a empeorar debido a unas fiebres y nada se pudo hacer para salvarle la vida. Tras esta dolorosa pérdida y sin nada que la ate a tierra, Mary Read se echa de nuevo a la mar.
Curiosamente, llegados a este punto, la vida de las dos piratas más famosas de la historia se entrelaza. Durante 1718 y 1719, Mary Read actuó bajo patente de corso y fue un durante un viaje a las Antillas cuando el pirata Jack Rackham, conocido como Calico Jack por su devoción por las prendas confeccionadas en calicó, asaltó su barco. Como ya dijimos, Anne Bonny y Jack Rackham mantenían una relación amorosa, motivo por el cual en aquel asalto también se encontraba Bonny entre la tripulación.
Anne Bonny pronto descubrió la verdadera identidad de Mary Read pero si ella misma era pirata, ¿cómo podía juzgar a otra mujer por serlo? Así, ambas iniciaron una gran amistad y Mary Read pasó a formar parte de la tripulación. A bordo del William, los piratas consiguieron cierto éxito en sus abordajes llevándose suculentos botines como beneficio. Sin embargo, de nuevo la buenaventura de Mary Read no sería demasiado larga. En 1720 la máxima autoridad de Jamaica dio orden de capturar al navío de Jack Rackham, una orden que se materializó el 20 de octubre de la mano del comandante Jonathan Barnett quien afirmó que tan solo dos hombres de la tripulación ofrecieron resistencia ante el abordaje. Dos hombres que resultaron ser dos mujeres, Anne Bonny y Mary Read.
Ya en tierra, toda la tripulación del William fue condenada a la horca. Par librarse de tal destino, las dos mujeres fingieron estar embarazadas, algo que les proporcionó un aplazamiento de la pena y que les daba más tiempo para pensar en un plan de fuga. Sin embargo, Mary Read nunca llegó a salir con vida de Jamaica ya que, al igual que su primer amor, las fiebres se la llevaron el 28 de abril de 1721. De Anne Bonny nunca se supo más, aunque como ya os contamos la teoría más difundida es la de que logró regresar a Charleston e iniciar una vida allí.
Lo único real es que la vida de Anne Bonny eclipsó a la de Mary Read, tanto en sus orígenes como en el final. Sin embargo, Mary Read también ha dejado huella en la historia de la piratería y es importante otorgarle el lugar que se merece. Tanto es así, que su experiencia vital también ha inspirado a diversos escritores como Jorge Luis Borges, Mireille Calmel, Alain Surget o la gallega María Reimóndez que publicó en 2009 Pirata, una novela basada en la vida de la legendaria Mary Read.