Podría ser el hermano civil de la clase Zumwalt de la US Navy, o un submarino, o un diseño de proa invertida de Ulstein, o el barco del último villano de una película de 007, pero no es ninguna de esas cosas aunque lo parezca. El buque del que hablamos esta semana en Va de barcos es el súper yate A, salido del escritorio del diseñador francés Philippe Starck y construido en los astilleros alemanes de Blohm + Voss para el multimillonario ruso Andrey Melnichenko.
El súper yate A.
En diciembre de 2004 el astillero Blohm + Voss firmaba el contrato para un nuevo yate a motor de 119 metros de eslora, su construcción 970, bajo un diseño de Philippe Starck y Martin Francis, al que se le asignó el nombre de Sigma o SF99, con un presupuesto (nunca confirmado) de más de 250 millones de euros,que sería entregado en 2007.
La imagen generada por ordenador del buque entregada con la nota de prensa despertó la curiosidad de todos, ya que lo que mostraba parecía más un submarino que un súper yate.
A partir de ahí, especulaciones y comentarios. Las instalaciones de Blohm + Voss en Hamburgo estaban ocupadas con el reacondicionamiento del mega yate Pelorus de Roman Abramovich, así que la construcción del Sigma se llevó a cabo en el astillero deHowaldtswerke-Deutsche Werft (HDW) en Kiel, también perteneciente a la empresa matriz ThyssenKrupp Marine Systems.
Hubo que esperar hasta diciembre de 2007 hasta que el SF99 (denominado tal y como lucía escrito en su popa) apareció por primera vez ante el público. Aunque el buque aún no estaba finalizado, toda la prensa especializada llevó a sus portadas las imágenes del Sigma.
Estas apariciones se repitieron en enero y febrero de 2008, hasta que en marzo de ese año el yate salió a realizar sus pruebas de mar en el fiordo de Kiel.
Finalmente, en mayo de 2008 el buque fue entregado y su propietario desvelado. Se trataba del multimillonario ruso Andrey Melnichenko y su esposa Aleksandra, y la inicial de sus nombres daba el nombre final al buque, el A.
Además del diseño exterior, el diseñador francés Philippe Starck se encargó también de los interiores del yate, casi 2.200 metros cuadrados repletos del lujo y las excentricidades habituales (muebles con piel de cocodrilo, grandes espejos y superficies brillantes por doquier) en un barco de este tipo. El camarote principal ocupa 230 metros cuadrados, y existen otros seis para invitados con mamparos desmontables para convertirlos en cuatro grandes camarotes.
Sobre la cubierta de proa el buque cuenta con un helipuerto y una piscina, y en la zona de popa dos piscinas más, una de las cuales tiene un fondo de cristal que da a la discoteca de la cubierta inferior. Además de las piscinas, el yate cuenta con un jacuzzi en el salón principal.
La seguridad es una de las claves del buque: cristales antibalas de 44 milímetros de espesor, más de 40 cámaras del circuito cerrado de televisión, sensores de movimiento, acceso a los camarotes a través de la huella dactilar, e incluso se habla de una cápsula de escape a lo James Bond para el propietario.
Para desplazar los 119 metros de eslora por 19 de manga de aluminio del A se utilizan dos motores diésel con una potencia total de 9.000 kW, que proporcionan una velocidad máxima de 23 nudos. A la velocidad de crucero de 12 nudos el buque tiene una autonomía de 12.000 kilómetros.
En popa el yate cuenta con un garaje con capacidad para dos embarcaciones auxiliares principales (una cubierta y otra no) y una tercera deportiva, todas ellas diseñadas también por Starck.
Características generales.
Eslora total: 119 metros
Manga: 18,87 metros
Calado: 5,15 metros
Desplazamiento: 5.959 toneladas
Potencia instalada: 9.000 kW
Velocidad: 23 nudos (máxima), 19,5 nudos (de crucero)
Autonomía: 6.500 millas náuticas (12.000 km)
Tripulación: 37 personas
Capacidad: 14 (+5) invitados