El gran protagonista del siglo XXI sin duda es el cambio climático. De él hablan científicos, políticos, gente de la calle, todo el mundo en general se siente con la potestad suficiente para poder opinar de este fenómeno. Pero ¿es así?
El cambio climático es algo que estamos sintiendo todos en nuestras carnes, tanto en los cambios de temperatura, la aparición en mares y tierra de especies, anteriormente localizadas en otras latitudes y multitud de fenómenos que alteran o modifican nuestra vida cotidiana, por lo tanto, se podría decir que sí que tenemos la capacidad suficiente a opinar aunque sea dentro de nuestras posibilidades.
El cambio climático está dotándonos de unos inviernos más secos en la zona mediterránea, lo que ha hecho que nuestro mar ascienda hasta en 3 grados su temperatura
La buena noticia, es que este verano podremos bañarnos más pronto este año en el mar, porque estará más calentito, pero la mala es que las especies que viven en el Mediterráneo no han tenido el tiempo suficiente para poder evolucionar y adaptarse a esos aumentos de temperaturas.
Los científicos que rebaten el cambio climático utilizan en unas de sus premisas que la tierra ha estado en continua evolución y el resto de seres que la habitan en evolución con ella, pero los cambios de temperatura anuales que estamos sufriendo, hacen que les resulte imposible seguir su ritmo.
Los cambios de temperatura del mar, afecta a las especies autóctonas debilitándolas e introduce a especies que aparece con fuerza y acaban desplazando a las primeras.
Uno de los casos más llamativos ha sido la aparición de especies procedentes del Mar Rojo debido a la ampliación del Canal de Suez. Estas especies de aguas más cálidas han estado pasando de uno a otro mar desde la construcción del canal, pero el aumento de la temperatura del Mediterráneo y el ampliar su zona de paso, ha hecho que se conviertan en las especies invasoras más importantes en este momento.
El aumento de la temperatura tiene también un efecto directo en las praderas de posidonia, sobre corales y otros animales marinos. La posidonia al ser una planta acuática endémica del Mediterráneo muy sensible a los cambios ambientales está siendo muy afectada adelantando incluso su periodo de floración que de 10 años ha pasado a 2.
Los climatólogos advierten que los aumentos de temperatura pueden proporcionar inestabilidad atmosférica, provocando tanto sequías como tormentas e inundaciones repentinas.