Botadura Maxi Edmond de Rothschild para el equipo Gitana
Suspendido de la grúa, el barco de carbono impresionaba bastante. Este momento tan emotivo era muy esperado por todos los que trabajaron en su construcción, por no hablar de los que trabajaron detrás del telón (ingenieros, diseñadores, técnicos…), impulsando este nuevo barco hacia una nueva era de la navegación oceánica. A las 08:30 GMT de este lunes, el primer trimarán oceánico diseñado para volar en alta mar fue botado en Vannes, al suroeste de Bretaña, bajo la mirada orgullosa de sus propietarios, Ariane y Benjamín de Rothschild, sus diseñadores y constructores, y por supuesto toda la tripulación del Gitana Team encabezada por su patrón Sébastien Josse.
El 17/07/2017 fue la fecha perfecta para botar el último caballo de carreras de la escudería de las cinco flechas, bautizado como Gitana 17. El barco está pensado y diseñado para competir en los grandes eventos náuticos XXL, tanto en solitario como con tripulación, bajo su nombre de regata, Maxi Edmond de Rothschild.
El público presente también estaba expectante y cautivado por la oportunidad de descubrir este barco único, precursor de la última generación de multicascos voladores. Sus formas lisas y etéreas, así como sus apéndices, todos equipados con foils (incluso su orza central), son una invitación a viajar a toda velocidad a lo largo y ancho de los océanos. Este maxi-trimarán encarna el universo de las regatas oceánicas y de las regatas de los ‘foilers’ que se llevan a cabo en circuitos tipo estadio en el interior de puertos y bahías, como es el caso de la America’s Cup. De hecho, fueron Guillaume Verdier y sus colaboradores quienes trabajaron en colaboración con la oficina de diseño del Gitana Team para crear este nuevo prototipo. Este arquitecto naval francés, cuyo último diseño conquistó la Jarra de las 100 Guineas para el Emirates Team New Zealand, también estuvo detrás de los primeros monocascos con foils de la última Vendée Globe. También en el 2015-16, el Gitana Team se enfrentó a este mismo desafío con el Mono60 Edmond de Rothschild. La ambición de volar en alta mar es parte de una estrategia a largo plazo dentro de la escudería, tanto en términos de investigación y desarrollo como en el agua, donde Sébastien Josse ya lo lleva haciendo a bordo de distintas embarcaciones.
El espectáculo de la génesis de este extraordinario barco ocupó 170.000 horas-hombre y un proceso de construcción que duró más de 20 meses. Tras su botadura, el Maxi Edmond de Rothschild, una embarcación de 32 metros de eslora y 23 metros de manga, se desplazó para su puerto base de Lorient. Aquí es donde se construyó su mástil y donde esperaban su llegada toda la gente que fabricó el mástil de 35 metros capaz de transportar hasta 650 m2 de superficie vélica con precisión, paciencia y experiencia. Unas velas que, junto con los cascos, forman una auténtica obra de arte totalmente única del artista estadounidense Cleon Peterson. Gracias a Ariane de Rothschild, el Gitana 17 se ha convertido en el mayor trabajo fuera de la pared del Proyecto Lasco, un proyecto artístico organizado por el Palacio de Tokio dedicado al arte urbano.
En cuanto a los aspectos puramente deportivos, Sébastien Josse ahora tiene la oportunidad de encontrarse cara a cara con esta nueva máquina. Desde ya, el patrón tratará de adaptarse al barco, paso a paso, con humildad, antes de hacer el cruce transatlántico el próximo el 5 de noviembre de 2017, acompañado por Thomas Rouxel. Este viaje será durante Transat Jacques Vabre, regata a dos, entre Le Havre y Salvador de Bahía en Brasil. Durante los próximos dos años, el patrón participará en la Route du Rhum (2018) y luego en la primera vuelta al mundo en solitario para multicascos clase Ultime (2019).
Diseñar e innovar.
Los multicascos de hoy en día literalmente vuelan, lo que significa que se mantienen fuera del agua gracias a los apéndices equipados con superficies de elevación, que actúan como las alas de un avión, aunque en el agua. En el corazón de este nuevo modo de navegación, la estabilidad y la fiabilidad son parámetros clave en el rendimiento. Ya, el 31 de marzo de 2016, el equipo Gitana logró hacer volar a su Multi70 Edmond de Rothschild. Un primer éxito sobre esta plataforma de prueba one design aprovechado por el monocasco Imoca y por el Maxi.
No menos de 250 personas de distintas especialidades procedentes de Europa, Nueva Zelanda y Estados Unidos han contribuido a la creación del maxi-trimarán. El Team Verdier combinó toda su experiencia con la de los miembros de la oficina de diseño del Gitana Team, así como con la increíble red de proveedores de servicios, en particular los de ingeniería y construcción. Entre ellos se encuentran Pixel Sur Mer (servo-control), C3 Technologies (mamparos y apéndices), Re Fraschini (foils), Lorima (mástil), Multiplast (plataforma) y también Persico (bañera). La salida del astillero es un importante primer paso pero aún queda un largo camino por recorrer para descubrir su potencial y aprender a domarlo. Durante las próximas semanas se harán una serie de pruebas de resistencia bajo carga, pruebas de vela y los primeros vuelos. Como un pájaro cuando abandona por primera vez el nido, la prudencia estará a la orden del día.
Una obra colectiva de arte y artesanía.
A bordo de este barco, los mejores especialistas del mundo han dejado muestras de su obra. Laminadores, especialistas en hidráulica, pintores, expertos en cabullería de alto nivel y muchas otras profesiones conforman este equipo de artesanos, hombres y mujeres de alta nivel quienes han dado todo para lograr un objetivo común. Como tal, cuando el artista Cleon Peterson diseñó su obra en este inmenso lienzo, Jean-Baptiste Epron adaptó el diseño original para que se pudiera ver la obra del artista en todas las condiciones climáticas posibles, es decir, bajo cualquier configuración de vela. El artista gráfico ha diseñado todos los barcos Gitana desde 2000, todos ellos basados en el escudo de armas de la familia. De esta manera, la obra de Cleon Peterson está muy en línea con la tradición, con la notable integración de las cinco flechas de Rothschild blandidas por sus guerreros. El “Gitane” está presente también, encarnado como una diosa griega que transporta el globo terráqueo para reflejar la vuelta al mundo del viaje en el que el barco pronto se embarcará. Por último, otro poderoso símbolo, los cuatro guerreros representan a Ariane y las hijas de Benjamin de Rothschild y transmiten la tan querida idea familiar de dejar que las cosas pasen.