La empresa satelital Inmarsat trabaja junto a Rolls-Royce y la agencia de desarrollo finlandesa Tekes en un proyecto de barcos robóticos o “drones”.

La industria naviera podría cambiar profundamente, gracias a la comunicación global a través de servicios como Global Xpress de Inmarsat. Esto porque la presencia de seres humanos en los navíos da cuenta de aproximadamente 1/3 de los costos operacionales.

El aporte de Inmarsat al proyecto Advanced Autonomous Waterborne Applications (AAWA) consiste en la comunicación satelital. Gracias a la comunicación permanente, el capitán puede controlar la embarcación desde cualquier lugar del globo… y su tiempo se puede aprovechar más al controlar varias embarcaciones a la vez.

Barcos sin tripulación no solo representan un ahorro significativo en salarios, también en alimentos y calefacción. Un barco robótico solo necesitaría tripulantes esporádicamente, en caso de emergencia o para atracar, lo cual además de ser un ahorro en si mismo deja más capacidad disponible para carga.