UNO DE LOS PIRATAS QUE ASESINARON A SIR PETER BLAKE, CAPTURADO 16 AÑOS DESPUÉS
El 5 de diciembre de 2001 unos piratas abordaron la embarcación de Sir Pete Blake en el Amazonas y asesinaron a uno de los mejores navegantes de todos los tiempos, símbolo del deporte de la vela e icono de Nueva Zelanda. Las “ratas de agua”, como los asaltantes eran conocidos en la zona, consiguieron un botín compuesto por el motor fueraborda del velero, un reloj, unos prismáticos, una cámara fotográfica y algo de dinero.
Dieciséis años después, uno de los piratas que había logrado huir de la justicia ha sido detenido.
Jose Irandir Cardoso fue arrestado la semana pasada durante un control rutinario en la isla brasileña de Marajo, después de que la policía constatara que el individuo estaba utilizando el documento de identidad de su hermano. Hubo que esperar a la confirmación de las huellas dactilares para desvelar la verdadera identidad del criminal.
Siete piratas fueron detenidos días después del abordaje al Seamaster de Blake en una operación puesta en marcha por orden del presidente de la república de Brasil, Fernando Henrique Cardoso. Ricardo Colares Tavares fue sentenciado a 37 años de cárcel al ser considerado autor de los disparos que el famoso navegante recibió en la espalda. Por su parte, Cardoso fue condenado a 32 años por cargos de robo a mano armada y homicidio, pero consiguió huir, supuestamente, mientras se encontraba bajo arresto domiciliario.
Uno de los compañeros de Sir Peter a bordo del Seamaster, Mark Orams, declaró al NZ Herald que no siente aversión ni sed de venganza hacia el detenido; “eso no va a traer de vuelta a Peter”, justificó. “No creo que realmente supieran quién era Peter. Francamente, no sabían lo que estaban haciendo en términos de lo que significaba la pérdida de Peter para Nueva Zelanda y para nuestro mundo. Siempre es bueno que se haga justicia, incluso si se ha estado huido durante un largo periodo de tiempo”, sentenció.
La muerte de Blake se produjo apenas unos meses después de anunciar su retirada de la vela de alta competición y tras ser nombrado embajador del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Su misión era recorrer el mundo para realizar documentales y estudios sobre la naturaleza, siendo la expedición al río Amazonas una de las primeras acciones que el navegante estaba realizando para la organización; en concreto, su tripulación estaba recogiendo datos que demostraran cómo el calentamiento global y la contaminación estaban afectando al pulmón del planeta.
Según las crónicas sobre lo sucedido, Blake y los nueve miembros de su tripulación se encontraban amarrados a 12 kilómetros de Macapá, en el balneario Fazendinha. cuando los piratas atacaron el velero. Los detenidos confesaron a la policía posteriormente que confundieron el Seamaster con un barco de crucero familiar y que no esperaban que alguien se resistiera al asalto. Tres tripulantes que se encontraban en la cubierta del Seamaster en ese momento -Peter Blake, Roger Austin y Arthur Geoffrey- vieron el abordaje y opusieron resistencia con rifles que llevaban a bordo. Con los asaltantes ya en el barco se produjo una reyerta y fuego cruzado que acabó con la vida del patrón neozelandés y otros dos tripulantes heridos.
Nacido en Bayswater, Auckland, en 1948, Peter Blake comenzó a forjar una trayectoria de leyenda con victorias en regatas tan prestigiosas como la Fastnet Race (1979 y 1989) o la Sydney-Hobart (1980 y 1984), si bien los triunfos en la Whitbread Round the World Race 1989-1990 (actual Volvo Ocean Race) y en el Trofeo Julio Verne (1994), galardón que acredita la circunnavegación sin escalas más rápida de la historia, fueron los que le convirtieron en un héroe en el país que más vibra con el deporte de la vela.
Mención especial se merece la vinculación de Sir Peter con la Copa América. Sólo un año después de completar la vuelta al mundo sin escalas, en 1995, el kiwi acudió a San Diego como patrón del Black Magic, desafío que logró arrebatar el trofeo deportivo más antiguo del mundo al todopoderoso Dennis Conner. Y en 2000, consiguió que el sindicato neozelandés se convirtiera en el primer equipo no estadounidense que defendía con éxito el aguamanil de plata.
Nada más defender la Copa América, Blake se retiró de la competición para desarrollar su compromiso con la naturaleza. Trabajó en la Fundación Jacques Cousteau antes de fundar su propio proyecto, Blake Expeditions, dedicada a la investigación científica y a la concienciación en asuntos de medio ambiente. Su última expedición partió desde Nueva Zelanda en noviembre de 2000 y recorrió las Islas Campbell, la Antártida y Tierra de Fuego antes de llegar a Brasil, su última escala.