La tierra está cubierta de dos tercios de agua y bajo ella se encuentran algunas de las grandes maravillas que buscan los amantes de las actividades subacuáticas de nuestro mundo.
Su calificativo como “Planeta Azul” no viene dado por otra cosa que por el líquido elemento que lo envuelve. A partir de ahí, lo más normal es que debido a la aventurera naturaleza humana, el hombre haya querido adentrarse en él favoreciendo la aparición de las actividades subacuáticas y de todos los deportes náuticos en general.
Saltando desde esos primeros momentos hasta el tiempo actual, donde seguimos disfrutando de nuestras andanzas bajo el mar, nos encontramos con el problema de que pese a que los avances técnicos ayudan a mejorar la calidad de las inmersiones, las actividades subacuáticas se están convirtiendo en un colador de pérdidas humanas.
Si haces un ligero análisis de las noticias relacionadas con la pérdida de vidas humanas con relación a las actividades subacuáticas, te puedes dar cuenta de que estamos atravesando un periodo negro que deberíamos detener cuanto antes.
Los primeros datos trágicos, a corto plazo, los podemos encontrar a principio de este año en los cenotes de México donde varias personas perdieron la vida.
Pero esto no es algo que ocurra sólo a españoles en países extranjeros. También ocurre dentro y fuera de nuestras fronteras a buceadores de todo el mundo.
¿Porqué están ocurriendo todos estos accidentes?
Esa es la reflexión que me gustaría que se realizase dentro del mundo de la actividades subacuáticas. Buceo, pesca submarina, apnea y otras modalidades son las que están involucradas y al parecer, no importa mucho el saber que está ocurriendo.
Y para que se tengan todos los datos, comentar que estos accidentes no han ocurrido a un sólo núcleo de los practicantes de estos deportes bajo el agua. Hace cuestión de pocas semanas Joseba Kerejeta, campeón del mundo de pesca submarina falleció en aguas de Miami en una inmersión previa a unas charlas que iba a ofrecer en Estados Unidos, por ejemplo. Pero también encontramos a amateurs, como un buceador de Vigo (España) que falleció mientras realizaba pesca submarina.
Ya he comentado en otros foros que las actividades subacuáticas deberían parar máquinas para analizar lo que está ocurriendo y poner soluciones a este pico de tragedias bajo el agua para que la imagen de los deportes subacuáticos no se deterioren por la falta de control.
Para mí, sin lugar a dudas, una de las principales causas de esta situación es la falsa seguridad que sienten los practicantes de las actividades subacuáticas, que les lleva a meterse en situaciones tan peligrosas que los arrastran, en ocasiones, hasta la muerte. Un ejemplo lo tenemos en la última víctima en una actividad subacuática, donde una modelo taiwanesa murió durante una sesión de fotos submarina y que se podía haber evitado con la sólo presencia de un buceador profesional que apoyara la sesión fotográfica.
¿No se debería hacer ya una campaña de sensibilización sobre las normas de seguridad de estos deportes bajo el agua?