Cuando Oliver Heer cruzó la línea de meta este viernes 17 de mayo a medianoche, todas las miradas están puestas en Clarisse Cremer, el último IMOCA que aún está en carrera. Varada durante 2 días en el centro de la depresión con vientos ligeros de 5 a 9 nudos, admitió su fatiga: “Sé que viene, sólo tengo que tener paciencia” y tenía razón… Saldrá esta noche alrededor de las 4 a.m. (hora francesa) de esta depresión, hoy se beneficia de rachas de viento que oscilan entre 20 y 25 nudos, lo que le permite ganar velocidad.
A 360 millas de la meta, podría volver a enfrentarse a una ligera depresión; su tiempo estimado de llegada previsto para el 19 de mayo le permitiría cruzar la meta antes de la fatídica fecha de cierre de la línea, el 20 de mayo.
En cuanto al Class40, Anatole Facon, el único patrón que sigue en carrera, sigue los pasos de Clarisse Cremer. Desde ayer se enfrenta a vientos muy suaves, de unos 5 nudos. “Tiene un ligero retraso en la ruta”, anuncia Francis Le Goff, director de carrera: “Uno de los puntos fuertes de esta carrera son estas zonas de transición entre dos depresiones, que requieren una atención particular, debe estar muy atento cuando quiera poder cruzar la línea antes de que se cierre”. A falta de 620 millas, su regreso antes del 20 de mayo aún es posible si las condiciones son favorables.
Para Rémy Gerin a bordo de su Vintage FAIAOAHE, la carretera continúa tranquilamente, a más de 200 millas de Anatole, también se enfrenta al centro de la depresión y circula a baja velocidad.
Aprovechó su visita a los Bancos de Terranova para escribirle un poema a su hija. Su cruce de línea deberá realizarse dentro de los próximos 5 días