Seaffinity es un trimarán súper aerodinámico que honra la visión de VPLP Design de un yate del futuro, silencioso, parcialmente automatizado e impulsado por una energía virtuosa, el viento.
Equipado con dos Oceanwings, verdaderas revoluciones de la navegación, las mismas que equiparán el carguero “Canopée” que transportará los cohetes Ariane desde Europa a Guyana. También está equipado con un motor híbrido, alimentado por electricidad producida por una pila de combustible e hidrógeno, un viaje a bordo de Seaffinity es una comunión con su entorno.
Este yate está abierto al mar, inspirado en el mar, inspirado en aves como las gaviotas, inspirado en su ligereza y fluidez pero también en su belleza. Rechazamos cualquier expresión bélica amenazante, así como rechazamos cualquier asociación con un diseño que solo valora la perfección maquinista y, al hacerlo, carece de la calidez de los vivos.
Elegimos diseñar un barco con una forma monolítica inspirada en el mundo de las aves marinas, las gaviotas. Además, queríamos crear una fusión casi total entre los cascos y el techo del coche, con el objetivo de optimizar la integración formal de todos los componentes de la embarcación, para que ya no sean elementos separados, sino un todo global. Hemos asociado la forma del barco con avances que realzan la vista hacia el exterior y dan una impresión de gran ligereza.
Iniciamos esa investigación con nuestro deseo de satisfacer las expectativas de nuevos clientes que no se sienten atraídos por una oferta de yates tradicional, ya que contaminan demasiado. Además, queríamos ofrecerles nuestra visión de un nuevo concepto de barco, más en armonía con la naturaleza y el medio ambiente. Estas nuevas generaciones de clientes están diseñando el futuro al traer sistemas donde el usuario tiene fácil acceso a la tecnología. La sensación de facilidad de uso es fundamental y da paso al placer y la envidia.
El interior de Seaffinity es un espacio vital y no una proeza técnica o una obra de arte que busca destacarse. La gama de colores se reduce intencionadamente. El máximo efecto se obtiene con el mínimo de recursos. El ambiente es más importante que la decoración. Porque lo importante en la navegación es el aire libre, para poder maravillarnos con el espectáculo que se despliega ante nuestros ojos. Navegar es un evento. No queríamos crear una obra de arte que se interpusiera entre el espectáculo del mar y nosotros mismos, lo que nos haría apartar la mirada de él. La expresión plástica debe apuntar a casi nada, obviamente al bienestar. El tiempo precioso se disfruta mejor en momentos sin restricciones, porque Seaffinity es un verdadero barco para experimentar lo mejor.
