Náutica en crisis : embarcaciones hundidas, falta de mantenimiento y reclamos por la vuelva de actividad
Los establecimientos relacionados a la actividad náutica de la ribera norte y sur del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Guarderías, varaderos, astilleros y clubes, cerrados, o abiertos con restricciones, sufren las consecuencias económicas de la prohibición de la actividad.
Y comparten un reclamo común por la apertura de la navegación, la cual se practica al aire libre y consideran que puede realizarse sin necesidad de romper el distanciamiento social.
La queja llegó frente a la Quinta de Olivos, por la inminente vuelta del fútbol, un grupo de trabajadores náuticos, profesores de clubes y atletas dedicados al canotaje, la náutica y el remo marcharon en conjunto con representantes de otros deportes individuales -como el atletismo, el tenis y el golf- para reclamar la injusta diferencia entre el fútbol y sus actividades.
Las visitas de una hora de los socios para el mantenimiento de sus barcos y lanchas empezaron a permitirse a partir del 15 de junio, después que se aprobara el protocolo para regular esta tarea.
“Había mucha insistencia entre los socios. Todos querían entrar a ver cómo estaba su embarcación. Muchos no entendían por qué no podían ir a estar solos en el barco, que es su propiedad, y siguen sin entender por qué no pueden navegar. Si salís solo o con tu familia, como hace la gran mayoría, no estás a dos metros de distancia, como pide el Gobierno, sino a 20”.
En el YCA (Yacht Club Argentino) van entre 40 o 50 propietarios de barcos por día, y en la sede de San Fernando , con 600 embarcaciones, tuvieron que poner turnos.
Presentaron un protocolo de 37 páginas aclarando todo el procedimiento y fue aceptado. Los propietarios de barcos pueden ir aproximadamente cada 15 días a revisar que esté todo en orden.
En su sede en Mar del Plata la navegación ya está permitida, y en Puerto Madero, no pueden realizar su mantenimiento desde esa fecha, y el ingreso al club está prohibido desde el 20 de marzo.
El Gobierno porteño había dado indicios de que la navegación iba a comenzar a permitirse a partir del lunes 3 de agosto, pero con la marcha atrás en la flexibilización de la cuarentena , estas medidas también quedaron en suspenso y los clubes de la ciudad permanecerán cerrados.
San Isidro es el único municipio del AMBA en el cual está permitido el entrenamiento de los deportistas náuticos olímpicos.
También posee las menores restricciones al rubro en general.
En San Isidro hay más de 5000 familias que dependen de la náutica y un aproximado de 3500 embarcaciones amarradas.
El municipio ha pedido permiso al Gobierno provincial para habilitar la navegación individual y con familiares convivientes, pero no han recibido una respuesta.
Los barcos son muy delicados. Después de tanto tiempo varados y en el agua, les pasa de todo.
La actual prohibición de la actividad se cree que es una cuestión política, porque permitirla da en la sociedad el prejuicio de que es una actividad de elite.