Phil Roberston se corona ganador del World Match Racing Champion tras una dura batalla, con la presencia de mucho viento, contra Taylor Canfield en la final del World Match Racing Tour.
El joven de 29 años y su equipo se han embolsado 33.000 dólares por ganar en Marstrand, Suecia, más un extra de un millón de dólares por convertirse en campeones del mundo en el World Match Racing Tour . Este es el mayor premio jamás repartido en las competiciones de vela.
“Es un sueño hecho realidad y la meta que llevábamos persiguiendo desde el 2009”, comenta la tripulación mientras descorchan el champán de la victoria. “No hay mejor sitio para conseguir nuestro sueño que aquí en Marstrand. Gracias a todos por venir a vernos y esperamos que os los hayáis pasado muy bien porque a nosotros nos ha resultado muy divertido”.
La final fue muy reñida, Robertson fue más rápido en las zonas de viento racheado, el cual dentro del fiordo alcanzó los 25 nudos. Por otro lado, Canfield se vio muy perjudicado tras perder a su estratega y encargado de la escota, Chris Main, por culpa de una lesión. “A pesar de ser la final, no habría sido justo por mi parte obligarle a salir”, comenta Canfield al borde de las lágrimas tras haber perdido el título que tanto le costó ganar el pasado año.
Canfield usó a Garth Ellingham como sustituto de Main, pero a estos niveles de competición y, sobretodo, en la final del World Match Racing Tour, la coordinación entre los tripulantes tiene que alcanzar el máximo nivel de perfección, cómo si de telepatía se tratase. Por desgracia, este cambio les impidió afrontar adecuadamente las maniobras contra el viento, límitandoles la posibilidad de ganar.
Sin embargo, Canfield dio lo máximo de sí mismo y de su tripulación, y en la segunda ronda consiguió estar codo con codo con Robertson, incluso tomaron rumbo de colisión. Pero Canfield viró y Robertson trató de colarse por dentro, pero calculó mal y…crash!! Agujero en los flotadores. La competición se tuvo que detener mientras ponían a punto el barco de repuesto.
Este accidente le supuso a Robertson una penalización, dejando una puntuación de 1-0 a favor de Canfield. Pero en la segunda ronda, Robertson superó a Canfield en la última manga, dejando el marcador 1-1, de tal manera que el título se decidiría en la ronda final.
En la ronda final, ambos equipos fueron muy igualados en todo momento, hasta que en el último instante volvieron a tomar rumbo de colisión. No llegaron a chocarse, pero esta vez la culpa fue de Canfield, a quien los árbitros penalizaron. Lo que le permitió al neozelandés cruzar la linea de meta y proclamarse ganador del World Match Racing Tour.
“Hemos tenido una campaña con muy bajo presupuesto”, dijo Robertson . “Lo hemos pagado todo nosotros mismos en esta temporada . Así que estamos en la luna, no nos lo podemos creer, estamos emocionados “.
Canfield a pesar de su derrota, sonreía de oreja a oreja, “es increíble lo que Håkan Svensson -dueño y director del World Match Racing Tour- ha hecho por nosotros, sin duda alguna volveremos el año que viene. Felicitaciones a Phil y a su equipo, ya que han ganado a pesar de haber tenido unas de las condiciones climáticas más difíciles que se pueden pedir.”